Los tejidos conectivos del cuerpo unen y sostienen estructuras importantes, como las células y los órganos. Estos tejidos se deterioran con el tiempo en las personas que tienen síndrome de Marfan y trastornos similares. Esto puede ocasionar daños en órganos vitales y otras estructuras.
Dos de las complicaciones más peligrosas son el aneurisma aórtico y la disección aórtica. Un aneurisma aórtico se produce cuando la aorta, uno de los vasos sanguíneos principales del cuerpo, se debilita y agranda. Con el tiempo, la aorta puede desgarrarse o diseccionarse, lo cual puede poner en riesgo la vida.
Los síndromes de Marfan, de Loeys-Dietz y de Ehlers-Danlos, el síndrome de Ehlers-Danlos vascular más grave y otros trastornos del tejido conectivo son congénitos, lo que significa que están presentes desde el nacimiento. Muchas personas tienen una mezcla de características físicas comunes, como ser muy altas y tener extremidades y dedos largos, dientes apiñados y pies planos. Sin embargo, no todos tienen estos signos, y muchas personas no experimentan síntomas o no tienen un diagnóstico hasta una edad más avanzada.