Hipertensión primaria
La hipertensión primaria se produce cuando la presión arterial es demasiado alta. Esto hace que el corazón se esfuerce más para bombear la sangre a todo el cuerpo. La presión arterial alta rara vez causa síntomas, pero puede provocar un gran daño a las arterias. Si no se trata, puede provocar un ataque cardíaco, insuficiencia renal o un accidente cerebrovascular. La presión arterial alta no controlada también puede dañar la visión y la memoria. Está asociada con la disfunción eréctil.
La hipertensión primaria puede ser tratada por su médico de atención primaria con cambios en el estilo de vida (como mantener un peso corporal saludable, seguir una dieta sana con poca sal, hacer ejercicio y limitar el consumo de alcohol) y medicamentos antihipertensivos. Sin embargo, quizás le deriven a un especialista en presión arterial alta si tiene hipertensión resistente o secundaria.
Hipertensión resistente
La hipertension resistente se produce cuando tres o más medicamentos antihipertensivos no logran controlar su presión arterial alta. Las personas con más probabilidades de experimentar hipertensión resistente incluyen:
- Mujeres
- Afroamericanos
- Personas con diabetes
- Personas con obesidad
Hipertensión secundaria
A veces, una afección subyacente es la causa de la presión arterial alta. Esto se conoce como hipertensión secundaria. Las afecciones que contribuyen a la hipertensión secundaria incluyen:
- Enfermedad renal
- Enfermedad cardíaca
- Trastornos de las glándulas suprarrenales
- Afecciones tiroideas
- Apnea del sueño
Las alergias o los efectos secundarios causados por determinados medicamentos también pueden aumentar la presión arterial. Los medicamentos que a menudo pueden aumentar la presión arterial incluyen:
- Medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (AINE)
- Anticonceptivos orales
- Medicamentos para el resfriado y la tos, como descongestivos nasales
- Suplementos a base de hierbas, como el ginseng y el regaliz
- Estimulantes como la cafeína
- Medicamentos para el TDAH