Diagnóstico de anomalías müllerianas
La agenesia vaginal, el septum vaginal y las anomalías congénitas del útero en general no se detectan y pueden no causar síntomas. Sin embargo, eso puede cambiar cuando la persona empieza a menstruar o a tener actividad sexual, cuando intente quedar embarazada o durante el embarazo. En ese momento, la menstruación no aparece o la mujer experimenta dolor y dificultad al tener sexo, quedar embarazada o llevar adelante un embarazo.
Trabajar con un especialista
Es posible que algunos pediatras y ginecólogos no consideren una diferencia congénita en la anatomía cuando una adolescente se queja de dolor abdominal que podría estar relacionado con un bloqueo del flujo menstrual o cuando una mujer tiene dificultades para tener relaciones sexuales. Recibir atención de un especialista que trabaje con mujeres jóvenes con estas inquietudes asegurará que reciba el tratamiento adecuado en el momento correcto. Aceptar estas diferencias anatómicas y prepararse para el autocuidado necesario son pasos importantes en el proceso del tratamiento.
Nuestro enfoque en equipo
Nuestro equipo incluye expertos en ginecología pediátrica y del adolescente, uroginecología y otras especialidades, como urología, terapia física, endocrinología reproductiva y salud conductual. Eso es importante cuando las diferencias anatómicas complejas requieren tratamiento. Se necesitará contar con estos especialistas cuando haya afecciones presentes que puedan afectar los riñones, el útero y los intestinos. Nuestra asesora de pacientes la ayudará a coordinar varias citas con los especialistas, según sean necesarias, y a afrontar el proceso, desde la consulta inicial hasta el diagnóstico y el tratamiento.
Estudios de imágenes y otras pruebas
Es posible que se le soliciten estudios de imágenes antes de su primera cita para poder analizar los resultados con su médico durante la consulta inicial. Además, el médico puede realizar un examen pélvico interno y externo durante la primera consulta, y se pueden solicitar estudios de imágenes adicionales después del examen médico. Algunos de estos estudios de imágenes pueden realizarse en el consultorio médico. Según su afección, es posible que deba realizar uno o más de los siguientes estudios de imágenes.
Un dispositivo similar a una varita usa ondas de sonido de alta frecuencia para generar imágenes. Se puede mover por el área abdominal o insertar en la vagina o el recto para examinar el útero o los ovarios.
Histerosalpingografía (HSG)
Es una radiografía que se usa para evaluar las trompas de Falopio y el interior del útero. Un tubo delgado se inserta en la vagina y el cuello uterino, y se inyecta un material de contraste en el útero mediante el tubo. El material de contraste permite ver el contorno de las trompas de Falopio y puede ayudar al médico a identificar un bloqueo o anomalía.
Histerosonografía (SHG)
Se realiza un ultrasonido para evaluar el útero y la forma de la cavidad uterina. Se inserta un tubo delgado a través de la vagina y el cuello uterino, y se inyecta solución salina en el útero mediante el tubo. La solución llena el útero y permite que su médico vea las anormalidades en el útero.
Las resonancias magnéticas usan un potente imán, ondas de radio y un sistema de computadora avanzado para generar imágenes detalladas de los órganos, los huesos y los tejidos. Se usan para confirmar un diagnóstico e identificar otras posibles afecciones.
Análisis de sangre
Pueden realizarse para comprobar diferencias en los cromosomas sexuales.