La American Academy of Pediatrics recomienda amamantar hasta que el bebé tenga al menos 2 años porque la leche materna puede ayudar con el desarrollo del sistema inmunitario del bebé y reducir el riesgo de afecciones crónicas, como problemas respiratorios, diarrea y asma. Las investigaciones también descubrieron que los bebés amamantados tienen un menor riesgo de síndrome de muerte súbita infantil, diabetes tipo 2 y obesidad. Según los expertos en lactancia, un bebé puede tener muchos beneficios al consumir solo leche materna durante los primeros seis meses de vida. Después de ese tiempo, puede empezar a incorporar alimentos sólidos.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) también informan que la lactancia materna puede reducir el riesgo de presión arterial alta, diabetes tipo 2 y cáncer de mama y de ovarios.