Placenta acreta

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La placenta acreta es una afección poco frecuente que puede presentar complicaciones durante el embarazo y el parto si la placenta se adhiere con demasiada profundidad a la pared uterina. Una parte de la placenta, o toda, puede permanecer adherida tras el parto, lo que podría provocar sangrado intenso. Si corre el riesgo de sufrir esta afección, recibirá atención de los perinatólogos de Duke, quienes son expertos en atención médica y quirúrgica de mujeres con esta afección y otras complicaciones relacionadas con el embarazo. Estamos a su disposición desde el momento en que se sospecha de la existencia de placenta acreta, durante el embarazo y en el parto.

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Causas de la placenta acreta

Las cicatrices de cirugías previas, como una cesárea, la extracción de fibromas o la dilatación y legrado (D&C) pueden aumentar el riesgo de placenta acreta. También hay una mayor probabilidad de tener placenta acreta si la placenta está situada en la parte más baja del útero (placenta previa), lo que facilita que la placenta se adhiera con demasiada profundidad o atraviese las paredes uterinas. Debido a la forma en que la placenta se adhiere al útero, es necesario realizar una histerectomía.

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Pruebas para detectar la placenta acreta

La placenta acreta suele detectarse mediante un ultrasonido de rutina de nivel II, que se realiza durante una cita de obstetricia de rutina entre las semanas 18 y 24 del embarazo. Si se sospecha la existencia de placenta acreta, su obstetra verá si la placenta se ha adherido a los músculos de la pared uterina. Si es así, su médico coordinará atención adicional con expertos en perinatología y radiología para garantizar los resultados más seguros para usted y su bebé.

Atención prenatal en caso de placenta acreta

Dado que la placenta acreta no se puede prevenir, comenzamos a coordinar su atención apenas recibe el diagnóstico. Asistirá a visitas adicionales de planificación del parto y de atención prenatal para que se mantenga lo más saludable posible durante el embarazo. Se le brindará preparación para un parto prematuro, ya que la placenta acreta puede provocar el parto antes de la fecha prevista.

Nos adelantamos a cualquier complicación que pueda surgir en el parto al trabajar de manera conjunta con nuestros anestesiólogos obstétricos, especialistas en diagnóstico fetal y especialistas en transfusión de sangre antes del parto. Su equipo de atención también incluirá radiólogos intervencionistas, perinatólogos (médicos especializados en embarazos de alto riesgo) y neonatólogos.

Minimizar el impacto de la pérdida de sangre

Los principales riesgos de la placenta acreta incluyen sangrado abundante antes del parto y durante él, y daños en los órganos durante una cesárea. Dado que la anemia leve es común durante el embarazo, su médico programará una infusión de hierro antes del parto, lo que puede minimizar la pérdida de sangre y reducir la necesidad de transfusiones. Sin embargo, nos aseguraremos de tener sangre disponible en caso de que la necesite, y nuestros especialistas en transfusión de sangre estarán preparados para realizar una transfusión durante o después de su cesárea.

Si prefiere apoyo o productos sanguíneos alternativos, trabajaremos con el Duke Center for Blood Conservation con el fin de abordar cualquier preocupación de índole religiosa, médica o personal que pueda tener.

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Dar a luz con placenta acreta

Dará a luz mediante cesárea programada. Esta suele realizarse en torno a la semana 34 de embarazo. En casos extremos, es posible que resulte necesario adelantar la cesárea si usted o su bebé corren el riesgo de pérdida de sangre.

Antes del parto

Ingresará al Duke Birthing Center del hospital de la Universidad de Duke un día antes del parto programado. El equipo a cargo de su atención le explicará el proceso del parto y de la cesárea.

Día del parto

La mañana de la cirugía se le colocarán vías intravenosas para mantenerla hidratada por su seguridad y la de su bebé. Le colocarán dos inyecciones epidurales para que pueda estar despierta para recibir a su recién nacido, y el equipo de atención hará una evaluación final de la placenta mediante ultrasonido. Después del parto, el médico bloqueará el suministro de sangre al útero para minimizar la pérdida de sangre durante la histerectomía para extirpar el útero.

Después del parto

Es posible que necesite medicamentos anticoagulantes hasta un mes después del parto para prevenir la coagulación. Tendrá al menos dos visitas posparto con su médico para asegurarse de que su cuerpo se está recuperando. La primera será alrededor de una semana después de recibir el alta del hospital y la segunda, de cuatro a seis semanas más tarde. Además de su salud física, nos aseguraremos de que la transición a la vida con un nuevo bebé en casa vaya bien y le ofreceremos cualquier consejo que pueda necesitar.

Reconocido entre los mejores hospitales de maternidad de los EE. UU.

Duke Regional Hospital fue reconocido entre los mejores hospitales de los EE. UU. para la atención de maternidad por el  U.S. News & World Report para 2023-2024. Este reconocimiento resalta nuestras bajas tasas de cesáreas en personas con bajo riesgo de complicaciones durante el embarazo, entre otros aspectos. El programa de obstetricia y ginecología del hospital de la Universidad de Duke, reconocido a nivel nacional, es el mejor calificado en North Carolina, según el U.S. News & World Report para 2024-2025.

Placenta acreta e histerectomía

Dado que la placenta no puede separarse fácilmente del útero, es necesario realizar una histerectomía durante un parto con placenta acreta para controlar la pérdida de sangre y garantizar su seguridad. Casi todas las histerectomías con placenta acreta se realizan inmediatamente después del parto. Los casos graves pueden requerir una histerectomía diferida, que tiene lugar varias semanas después. De cualquier manera, permanecerá en el hospital varios días. La recuperación total lleva alrededor de ocho semanas.

Histerectomía diferida

La histerectomía puede tener lugar entre cuatro y seis semanas después del nacimiento de su hijo si el caso de placenta acreta es grave y esta se adhiere a otros órganos, como la vejiga. Durante la cesárea, su médico dejará una parte o la totalidad de la placenta en su lugar para extirparla más tarde durante la histerectomía diferida.

Deberá permanecer cerca del hospital de la Universidad de Duke durante el período comprendido entre el nacimiento de su bebé y la histerectomía diferida, ya que tendrá chequeos semanales con su médico. Si se produce algún sangrado anormal, deberá regresar al hospital de inmediato.

Serie Preparación para la llegada del bebé

Clases virtuales con orientación de las enfermeras de Duke Health, quienes se especializan en trabajo de parto y parto, y en la atención del bebé recién nacido.

Por qué elegir a Duke

A su lado en cada paso
Desde las visitas prenatales hasta el parto y cualquier cirugía de seguimiento necesaria, nuestro experimentado equipo de atención la ayudará con su dieta y bienestar físico. Además de sus citas con el médico, nuestra serie virtual Preparación para la llegada del bebé puede brindar ayuda para prepararse para el crecimiento de su familia.

Atención especializada cuando su bebé la necesita
Nuestra unidad de cuidados intensivos neonatales de nivel IV posee la máxima designación otorgada por la American Academy of Pediatrics. Esto significa que brindamos el más alto nivel de medicina neonatal para bebés que nacen con problemas complejos.

Un nivel de especialización cada vez mayor
Duke forma parte de la Sociedad Panamericana del Espectro de Placenta Acreta, una red internacional de hospitales y expertos en placenta acreta que comparte investigaciones y resultados sobre las mejores formas de atender a las personas con placenta acreta. Esto ayuda a los médicos de Duke a ampliar sus conocimientos y mejorar las técnicas que garantizan su seguridad.

Esta página se sometió a una revisión médica el 12/07/2020 a cargo de