Atención basada en el género para niños y adolescentes

Nos aseguramos de que el niño esté trabajando con un psicólogo o terapeuta local antes de comenzar el tratamiento. Trabajaremos de manera colaborativa con el terapeuta para garantizar que su hijo reciba el apoyo necesario, tanto en Duke Children's como en su comunidad. 

Durante la primera visita de su hijo, un especialista en endocrinología pediátrica realizará un examen físico exhaustivo y tomará un historial de salud detallado. También se realizarán análisis de sangre para verificar riesgos para la salud antes de avanzar con cualquier tratamiento.

Además, durante la primera visita, hablará un profesional de trabajo social con usted y su hijo para evaluar la salud mental y emocional de su hijo. Conoceremos el estilo de vida de su hijo, sus necesidades y deseos, así como su sistema de apoyo en el hogar, en la escuela y con amistades. Realizaremos un examen para detectar depresión, trastornos de la alimentación, conductas de alto riesgo y otras preocupaciones.

Usted y su hijo regresarán aproximadamente un mes después de la primera visita para revisar los resultados de las pruebas y discutir los riesgos médicos y el tiempo. El profesional de trabajo social conocerá más sobre la identidad de género de su hijo mediante entrevistas individuales con usted y su hijo. Usted, su hijo y el equipo de atención discutirán lo que es mejor para su hijo y los siguientes pasos. Si la transición es adecuada para su hijo, les ayudaremos a prepararse y comenzar el proceso. 

Para niños 18 años y mayores, ofrecemos terapia hormonal de afirmación del género, que provoca cambios físicos y emocionales que se alinean mejor con su identidad de género. Gestionamos recetas y realizamos análisis de laboratorio para monitorear la salud de su hijo durante la terapia. Aunque el momento puede variar para su hijo, la mayoría de los adolescentes visitan al especialista en endocrinología pediátrica cada tres meses durante un año y medio a dos años para gestionar la dosis cambiante de hormonas. Durante este tiempo, el niño debe reunirse con el terapeuta local semanalmente para gestionar los cambios emocionales que ocurren durante la terapia hormonal. 

Para personas menores de 18 años que cuestionan su identidad de género, ofrecemos terapias para retrasar la pubertad. Esto proporciona más tiempo para explorar su género y alivia el estrés de experimentar cambios físicos que no se alinean con su identidad de género.

Si su hijo adolescente desea seguir tratamiento de afirmación de género después de los 18 años, podemos conectarlo con los proveedores adecuados para continuar con el tratamiento.