La parálisis de las cuerdas vocales puede producirse cuando el nervio responsable de su movimiento se daña, lo que impide que una o ambas cuerdas vocales (también llamadas pliegues vocales) se abran y cierren correctamente. Esto puede deberse a un traumatismo, una lesión quirúrgica, un accidente cerebrovascular, un virus o un tumor. A veces, se desconoce la causa de una parálisis de las cuerdas vocales. Esto se denomina "parálisis vocal idiopática".
Según el alcance y el impacto funcional de la parálisis, podría tener una voz entrecortada, débil o suave, así como cambios en la deglución y la respiración. En casos excepcionales en los que ambas cuerdas vocales están paralizadas, puede tener dificultad para respirar y/o tragar, y requerir atención médica inmediata.