La disfonía espasmódica provoca espasmos involuntarios en las cuerdas vocales (también llamados pliegues vocales). Puede hacer que la voz suene ronca, forzada, temblorosa, ahogada, tensa o entrecortada, a veces hasta el punto de dificultar el habla. Los espasmos vocales se deben a una conexión defectuosa entre un nervio y el músculo que controla la laringe.
Hay dos tipos de disfonía espasmódica. Algunas personas presentan características de ambos tipos.
- La disfonía espasmódica abductora ocurre cuando las cuerdas vocales se abren debido a espasmos, lo que provoca una voz jadeante que puede sonar como un susurro.
- La disfonía espasmódica aductora ocurre cuando las cuerdas vocales se cierran debido a espasmos, lo que provoca una voz tensa y ahogada.
Aunque actualmente no existe una causa conocida ni cura para la disfonía espasmódica, nuestros laringólogos y profesionales en lenguaje pueden ofrecer una combinación de tratamientos de eficacia probada y terapia vocal para aliviar y manejar sus síntomas.