¿Necesita mi hijo un otorrinolaringólogo pediátrico?
Los especialistas pueden ayudar a mejorar los problemas crónicos de los oídos, la nariz o las vías respiratorias.

¿Su hijo tiene goteo nasal constante o tos que dura todo el invierno? ¿Tiene otra vez una infección del oído? Los padres de niños pequeños saben muy bien que los niños se enferman... y mucho. Pero ¿cuál es la línea que separa lo normal de lo anormal? ¿Y en qué momento su hijo necesita otro tipo de atención, además de la que le brinda el pediatra? Los expertos en otorrinolaringología de Duke explican cuándo es momento de que su hijo visite a un especialista.
Especialistas en otorrinolaringología pediátrica
Un otorrinolaringólogo se especializa en el diagnóstico y tratamiento de los problemas de oídos, nariz y garganta (por eso también se los llama especialistas en ORL). Los síntomas de oídos, nariz y garganta son frecuentes en los niños, y es así porque enfermarse forma parte del proceso normal de desarrollo del sistema inmunitario de los niños. Estos problemas suelen ser leves y consecuencia de virus comunes como los resfriados, que deben seguir su curso, o pueden ser tratados fácilmente por un pediatra, un médico de atención primaria o en atención de urgencias. Sin embargo, si el problema persiste, empeora o empieza a afectar la calidad de vida de su hijo, quizás necesite visitar a un especialista. La siguiente lista de preguntas, aunque no es exhaustiva, le ayudará a decidir si el siguiente paso debe ser consultar a un otorrinolaringólogo.
Cuándo buscar atención avanzada
La siguiente lista de preguntas y ejemplos, aunque no es exhaustiva, le ayudará a decidir si el siguiente paso debe ser consultar a un otorrinolaringólogo.
¿La afección reaparece una y otra vez?
- Más de tres infecciones del oído en seis meses
- Más de tres infecciones de los senos paranasales en un año
- Más de seis episodios de anginas en un año (la angina suele presentarse como consecuencia de una faringitis estreptocócica)
- Hemorragias nasales frecuentes que no responden bien al tratamiento habitual
¿No termina de irse nunca?
- Líquido en los oídos durante tres meses o más
- Tos persistente durante más de cuatro semanas
- Congestión nasal continua, especialmente si ocurre en un solo lado de la nariz
- Respiración ruidosa y con esfuerzo
¿Está afectando la calidad de vida de su hijo?
- Alergias, especialmente si repercuten en otros problemas como el asma
- Mareo
- Despertarse con frecuencia por las noches o tener problemas para dormir debido a problemas respiratorios como tos, ronquidos o apnea del sueño (interrupción de la respiración durante breves periodos durante el sueño)
- Inquietudes sobre una posible pérdida auditiva o retrasos en el habla
¿Podría dificultar la lactancia materna o la alimentación?
- Frenillo lingual y frenillo labial cortos
- Problemas para tragar
¿Está empeorando?
- Problemas de audición
- Masas en el cuello que son nuevas o estaban presentes al nacer
- Cambios de voz (disfonía) inusuales
- Malformaciones vasculares
Atención especializada para niños
Además de tratar a niños con problemas otorrinolaringológicos frecuentes, los otorrinolaringólogos pediátricos también poseen formación avanzada en la atención de niños con problemas más complejos, entre otros, el estridor (respiración ruidosa que indica que el flujo de aire está interrumpido), bultos o protuberancias en el cuello, cambios en la voz y problemas otorrinolaringológicos relacionados con otras afecciones o enfermedades.
"Sabemos que puede ser difícil saber cuándo su hijo necesita atención más avanzada. Parte de nuestro trabajo consiste en poner los síntomas de su hijo en contexto", afirmó Janet Lee, MD, otorrinolaringóloga pediátrica de Duke. "Lo que hacemos es presentar todas las opciones, desde el tratamiento médico hasta la cirugía. Contamos con muchos recursos a nuestra disposición para ofrecer soluciones".
Los otorrinolaringólogos trabajan en estrecha colaboración con otros especialistas como audiólogos, logopedas, neumólogos, gastroenterólogos y otros proveedores para garantizar que su hijo reciba una atención integral y completa.
"Duke es un lugar increíble, porque su personal es muy colaborador y está dispuesto a trabajar en conjunto para atender al paciente", afirmó Eileen Raynor, MD, otorrinolaringóloga pediátrica de Duke. "Es un privilegio desempeñar un pequeño papel para promover el crecimiento y desarrollo de los niños".