Un joven obtiene la licencia de conducir luego de someterse a una cirugía de epilepsia que le quitó las convulsiones

Harvey Squires, de 21 años, está parado delante de su Mustang modelo 1967 en la costa de North Carolina.
Harvey Squires, que nació en Hampstead, NC, fue diagnosticado con epilepsia a los 14 años. Comenzó a sufrir muchos episodios de convulsiones, por lo que sus padres consultaron a médicos de toda la región. Sin embargo, los medicamentos anticonvulsivos no le daban resultados y causaban efectos secundarios muy molestos. Por ello, acudió a Duke Health, donde los médicos le realizaron una cirugía para extirpar la pequeña área del cerebro que provocaba las convulsiones. Desde entonces, Harvey, que ahora tiene 21 años, no ha sufrido ningún episodio de convulsiones. Pudo cumplir su sueño de obtener la licencia de conducir y, ahora, mira hacia el futuro con entusiasmo.
Una convulsión en la parada del autobús
Harvey se estaba bajando del autobús escolar cuando tuvo su primera convulsión, en 2016. "De repente, no podía caminar", dijo. "Me arrastré hasta la puerta y llamé a mi vecino". Una semana después, Harvey fue diagnosticado con epilepsia y comenzó a tomar medicamentos anticonvulsivos.
Encontrar el problema pero no la solución
Durante los años siguientes, mientras sus convulsiones se volvían más frecuentes y peligrosas, Harvey visitó neurólogos en Wilmington, Raleigh y Chapel Hill. En 2018, le diagnosticaron una anomalía cerebral que se desarrolló en el útero llamada heterotopía nodular periventricular. Sus médicos creyeron que eso era lo que le causaba las convulsiones. "Dijeron: 'Creemos que sabemos lo que es, pero no podemos hacer nada al respecto'", dijo el padre de Harvey, Alex Squires. "Nos derivaron a Duke".
Un enfoque gradual del tratamiento contra la epilepsia
Muhammad Zafar, MD, epileptólogo pediátrico de Duke, y sus colegas evaluaron a Harvey que, en ese momento, tenía 16 años. Según las pruebas, las convulsiones se originaban en ambos lados del cerebro, por lo que recomendaron probar la estimulación del nervio vago (VNS, sigla en inglés). El dispositivo que se implantó quirúrgicamente enviaba impulsos eléctricos al nervio vago de Harvey, lo que redujo el número y la gravedad de las convulsiones.
Después de un año de la colocación de este dispositivo, la epilepsia de Harvey comenzó a empeorar nuevamente. "Empezó a desmayarse por las convulsiones", dijo Alex. "Se caía como si alguien le hubiera apagado un interruptor y se golpeaba la cabeza contra el piso". Harvey recuerda despertarse en el suelo sin saber cómo había llegado allí. "Podía estar caminando y hablando perfectamente y, de repente, estaba boca abajo en el suelo y ni siquiera sabía qué había pasado", comentó.
Harvey dejó de surfear y de ir a pescar, debido a la frecuencia e intensidad de sus convulsiones. Tampoco podía hacer sus presentaciones de música en público. Harvey dijo que el tiempo pareció detenerse para él, mientras sus amigos obtenían sus licencias de conducir, entraban en la universidad y disfrutaban de la vida.
La cirugía de epilepsia ofrece una oportunidad de cura
En marzo de 2020, Harvey ingresó en la unidad de monitoreo de epilepsia de Duke para someterse a pruebas más avanzadas. Los resultados del electroencefalograma de alta densidad (EEG) y de la tomografía pet indicaron que el foco de las convulsiones de Harvey (donde las convulsiones se originan) estaba más localizado de lo que se pensaba en un principio. El siguiente paso fue una estereoelectroencefalografía (SEEG) asistida por robot. Un neurocirujano pediátrico de Duke utilizó un brazo robótico para colocar electrodos muy delgados en el cerebro de Harvey. Los electrodos registraron la información sobre las convulsiones de Harvey durante los días siguientes, y gracias a eso pudieron descubrir que sus episodios comenzaban en la misma parte del cerebro. La extirpación quirúrgica de esa parte del cerebro de Harvey acabaría con sus convulsiones, pero había un inconveniente.
Evaluar los riesgos
El foco convulsivo de Harvey estaba en el lóbulo occipital que controla la visión. La cirugía probablemente afectaría su vista, dejándole un punto ciego. "Pensé: ¿quiero vivir así con convulsiones los próximos 30 años? ¿Esta es la vida que quiero? ¿O voy a hacer algo al respecto?", se preguntó Harvey. Con la aprobación de sus padres, decidió que los beneficios de la cirugía eran mayores que los riesgos.
Una exitosa cirugía de epilepsia libera a Harvey de las convulsiones
En julio de 2020, los médicos extirparon un área del cerebro de Harvey del tamaño de una pelota de golf. Harvey se fue a su casa a los dos días y no volvió a tener convulsiones después de la cirugía. Perdió una parte de la visión periférica del lado izquierdo, como era de esperar, pero dice que se alegra de haberse sometido a la cirugía.
Hace poco, Harvey obtuvo su licencia de conducir y se compró un Mustang modelo 1967 de color rojo. Volvió a tocar la guitarra y la batería, a escribir canciones, a surfear y a pescar con su padre. Ya no necesita medicamentos anticonvulsivos. "Soy yo de nuevo", dijo Harvey.