La cirugía con paciente despierto para la reparación endovascular de aneurismas cerebrales reduce los riesgos y acelera la recuperación
La cirugía con paciente despierto permite que reparar un aneurisma sea viable para más personas

Foto cortesía de Bridget Esposito
Después de que le diagnosticaran un aneurisma cerebral intacto en el otoño de 2021, Bridget Esposito se enteró de que necesitaba una cirugía cerebral para prevenir una ruptura potencialmente mortal. La idea de recibir anestesia general la hacía sentir incómoda porque había experimentado efectos secundarios graves en el pasado. Luego, su neurocirujano de Duke le habló de una nueva opción llamada "cirugía con paciente despierto". Permitiría que Esposito estuviera sedada pero permaneciera consciente en lugar de someterse a anestesia general. "Fue muy fácil", expresó Esposito después de su exitosa cirugía. "Podría haberme ido de allí inmediatamente después. Así de bien me sentía".
La resonancia magnética detecta aneurisma cerebral
Cuando Bridget Esposito, residente de Pittsboro, NC, comenzó a notar cambios en su visión, una resonancia magnética reveló que la causa era un aneurisma cerebral, un área débil o abultada en una de las arterias del cerebro. Si un aneurisma se rompe, puede causar una discapacidad grave o la muerte.
Después de su diagnóstico, Esposito, que en ese momento tenía 61 años, programó una cita con el Dr. David Hasan, cirujano microvascular y neurocirujano de Duke que se especializa en el tratamiento de aneurismas cerebrales. "El Dr. Hasan fue el médico más experimentado y empático con el que hablamos. Esa experiencia me dio confianza para elegir a Duke".
El enfoque endovascular es menos invasivo
Juntos, el Dr. Hasan y Esposito idearon una estrategia. El aneurisma estaba estable, pero Esposito necesitaba cirugía. Debido a la ubicación del aneurisma, el Dr. Hasan recomendó un enfoque endovascular para colocar un stent desviador de flujo. A diferencia de las operaciones tradicionales de aneurisma cerebral que requieren una incisión abierta en el cráneo, la cirugía endovascular es una forma menos invasiva de llegar a los vasos sanguíneos. Se introduce un catéter a través de una arteria principal en la ingle para llegar hasta el aneurisma. Luego se coloca un stent para desviar el flujo sanguíneo del área.
La cirugía con paciente despierto no requiere anestesia general
Una vez que se decidieron por el enfoque endovascular, el Dr. Hasan le informó a Esposito que cumplía los requisitos para una "cirugía con paciente despierto", lo que significaba que podía evitar la anestesia general y permanecer consciente, pero sedada, durante el procedimiento. Esposito señaló que al principio estaba un poco recelosa de la idea. Pero cuando recordó las náuseas, los dolores de cabeza y la fatiga que experimentó después de despertarse de la anestesia general en el pasado, estuvo de acuerdo en que era una mejor opción para ella.
Durante la cirugía en mayo de 2022, Esposito manifestó que recuerda haberse sentido tranquila y de haber hablado con su equipo de atención. Según el Dr. Hasan, poder comunicarse con el paciente y hacerle preguntas durante el procedimiento ayuda a los cirujanos a monitorear funciones cerebrales críticas como el habla, el movimiento y la visión y realizar cambios de inmediato. Esto reduce el riesgo de posibles complicaciones y no es posible durante la cirugía estándar que utiliza anestesia general. En ese caso, los médicos no detectan ningún déficit neurológico hasta que el paciente se despierta.
Según el Dr. Hasan, la cirugía con paciente despierto también permite que la cirugía endovascular esté disponible para personas con aneurismas potencialmente mortales que no pueden someterse a anestesia general. Esto incluye a personas con enfermedades como la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) y la hipertensión pulmonar. "En Duke, podemos ofrecer a los pacientes más opciones que otros centros", afirmó el Dr. Hasan.
Sentirse bien después de una cirugía con paciente despierto
Después del procedimiento de una hora de duración, Esposito se sintió llena de energía y no tuvo ninguno de los efectos secundarios que había experimentado antes con la anestesia general. "Tenía mucha más energía", expresó. "Inmediatamente después del procedimiento pude cenar como cualquier otro día. Me sentía bien."
Desde que se realizó la cirugía, Esposito fue dejando poco a poco los medicamentos anticoagulantes, controlando su presión arterial y asistiendo a controles regulares. Disfruta de sus pasatiempos, espera construir una nueva casa con su esposo y está agradecida por cómo se dieron las cosas.