Las personas con una supuesta hemorragia subaracnoidea necesitan atención de emergencia. Es fundamental encontrar el origen del sangrado y detenerlo rápidamente para evitar daño cerebral. Nuestros expertos en accidentes cerebrovasculares evalúan cuidadosamente los beneficios y riesgos de cada intervención.
Estudios de imágenes
Una tomografía computarizada de la cabeza ayuda a los médicos a determinar si hay un sangrado en el cerebro y dónde. Para identificar el lugar exacto del sangrado, es posible que necesite:
- Angiografía por tomografía computarizada: una tomografía computarizada que usa un material de contraste para obtener un mapa de los vasos sanguíneos.
- Angiografía cerebral: los médicos hacen una pequeña incisión en la ingle o en la muñeca, insertan un tubo delgado y flexible llamado catéter en una arteria y luego inyectan material de contraste en los vasos sanguíneos que conducen al cerebro.
Embolización endovascular
Este procedimiento mínimamente invasivo también requiere hacer una pequeña incisión en la ingle e introducir un catéter hasta el lugar del aneurisma cerebral. Mediante el uso de un catéter incluso más pequeño, un neurocirujano o radiólogo intervencionista pasa uno o más espirales de platino hasta el lugar del sangrado para sellarlo.
Clipado microquirúrgico
Un neurocirujano hace una incisión en el cráneo (esto se conoce como craneotomía) y coloca uno o más clips pequeños de metal en el cuello del aneurisma. Esto detiene el flujo sanguíneo al aneurisma, evita que crezca y reduce el riesgo de futuros sangrados.
Cuidados intensivos
Para reducir el riesgo de vasoespasmos (cuando los vasos sanguíneos en el cerebro tienen espasmos y se contraen, lo que puede causar accidentes cerebrovasculares adicionales) y otras complicaciones, la mayoría de los pacientes deben permanecer en una unidad de cuidados intensivos por unas dos semanas.