Por qué el tratamiento de hipertensión pulmonar es importante
Si no se trata, la hipertensión pulmonar (en algunos casos llamada hipertensión arterial pulmonar) puede causar daño significativo al corazón y a los pulmones, que solo podría mejorar con un trasplante de pulmón o un trasplante de pulmón y corazón. Si bien no hay ninguna cura para la mayoría de las formas de hipertensión pulmonar, el diagnóstico y el tratamiento tempranos pueden mejorar en gran medida su capacidad para vivir con la enfermedad. Un tipo de hipertensión pulmonar, la hipertensión pulmonar tromboembólica crónica (CTEPH), que se genera por coágulos sanguíneos antiguos que causaron cicatrices en los vasos sanguíneos que se dirigen al pulmón, tiene una posible cura mediante una cirugía.
En Duke, nuestros neumólogos y cardiólogos revisan su historia clínica y usan herramientas sofisticadas para confirmar su diagnóstico, identificar qué tipo de hipertensión pulmonar tiene y ayudar a determinar qué tratamiento será el más efectivo para usted.
Pruebas para la hipertensión pulmonar
Análisis de sangre
Los análisis de sangre que miden los niveles de oxígeno en sangre, la función renal y hepática, y otros indicadores importantes nos ayudan a determinar si tiene hipertensión pulmonar y, de ser así, qué tratamientos podrían ser útiles.
Radiografía de tórax
Las imágenes de los pulmones pueden mostrar señales de hipertensión pulmonar, como arterias dilatadas y cicatrices.
Ecocardiograma
Se pasa una sonda de ultrasonido sobre la superficie del pecho para capturar imágenes del corazón en movimiento. Esto nos permite determinar las dimensiones de las cavidades del corazón, la forma, las estructuras valvulares y la función en general. También nos permite estimar la presión en la aurícula derecha del corazón.
Electrocardiograma
Se colocan electrodos pequeños en la piel para registrar los impulsos eléctricos del corazón. Esta información nos ayuda a identificar cualquier ritmo anormal, evaluar el funcionamiento de su corazón e identificar el riesgo de sufrir daños en el miocardio o los daños previos.
Cateterismo cardíaco
Un tubo delgado y flexible llamado catéter se introduce en un vaso sanguíneo hasta el corazón para diagnosticar hipertensión pulmonar y determinar si causó daños en el miocardio.
Pruebas de función pulmonar
Estas pruebas miden cuánto aire pueden mantener los pulmones, cuánto aire entra y cuánto sale, y la capacidad de los pulmones para intercambiar oxígeno y dióxido de carbono.
Gammagrafía pulmonar
Una gammagrafía pulmonar crea una imagen del flujo de aire y sangre en los pulmones. Este estudio puede usarse para identificar coágulos sanguíneos en los pulmones que puedan dar lugar a su afección.
Prueba de marcha de seis minutos
Esta prueba evalúa cómo sus pulmones toleran el ejercicio y puede ayudar a determinar la gravedad de su hipertensión pulmonar.
Tratamientos para la hipertensión pulmonar
Medicamentos orales
Los medicamentos orales pueden ayudar a que el corazón bombee sangre, reducen el exceso de fluidos que agrega presión al corazón y diluyen la sangre para evitar coágulos sanguíneos.
Medicamentos intravenosos (IV)
Se demostró que los medicamentos intravenosos son más efectivos para el tratamiento de las cicatrices de vasos sanguíneos que causan la hipertensión arterial pulmonar y para reducir la presión alta en el corazón. Estos medicamentos pueden ofrecer alivio en el dolor de pecho y falta de aire.
Medicamentos inhalados
Ofrecemos una variedad de opciones de tratamientos de medicamentos inhalados que permiten aliviar la falta de aire. Estos incluyen tratamientos con oxígeno, iloprost y treprostinilo inhalado.
Tromboendarterectomía pulmonar (TEA)
Este procedimiento quirúrgico elimina los coágulos sanguíneos de las arterias en los pulmones para que pueda respirar mejor.
Si la hipertensión pulmonar causó daño en los pulmones o el corazón a pesar de los tratamientos, se lo considerará para un trasplante de pulmón. Duke se encuentra entre los líderes nacionales por los trasplantes de pulmón y corazón realizados cada año.
Antes, durante y después del tratamiento ofrecemos ejercicio supervisado, educación y seguimiento médico. También le ofrecemos las herramientas que necesita para ejercitar, comer bien, dejar de fumar, perder peso y hacer otros cambios en su estilo de vida. El objetivo es potenciar el funcionamiento de sus pulmones, mejorar sus síntomas y ayudarlo a mantener la hipertensión pulmonar bajo control.