Atención de seguimiento después de la cirugía de trasplante de hígado
Durante el primer mes después de la cirugía, deberá volver con frecuencia a Duke para realizar pruebas ambulatorias y visitas en la clínica de trasplante de hígado. En cada visita de seguimiento, se reunirá con los miembros de su equipo de trasplante y se llevarán a cabo pruebas para supervisar la evolución de su curación, controlar los efectos secundarios de los medicamentos y buscar signos de rechazo.
La frecuencia de las visitas dependerá de su progreso y de lo que usted necesite. Si vive a más de una hora en auto de Duke, deberá conseguir un alojamiento temporal más cercano durante el primer mes posterior al trasplante, en el que tendrá que visitarnos de dos a tres veces por semana. A medida que pase el tiempo, estas visitas se irán espaciando, pero deberá volver a Duke para las citas de seguimiento una o dos veces al año.
Prevención del rechazo del trasplante de hígado
El rechazo se produce cuando el sistema inmunitario del organismo comienza a atacar al nuevo hígado. En la mayoría de los casos esto puede revertirse si se detecta a tiempo. Por eso es importante que esté atento a los signos de rechazo, como fiebre, coloración amarillenta de los ojos y la piel, y fatiga.
El riesgo de rechazo es mayor durante los primeros meses posteriores al trasplante, pero, como puede producirse en cualquier momento, deberá tomar al menos un fármaco inmunosupresor de por vida. También le harán análisis de sangre frecuentes para comprobar la función hepática y los niveles de la medicación inmunosupresora. Si los valores de la función hepática son anormales, puede ser necesaria una biopsia de hígado para comprobar si hay rechazo. Los episodios de rechazo suelen tratarse con un esteroide intravenoso y, a veces, con un segundo fármaco antirrechazo. También es posible que se ajuste la dosis de sus medicamentos inmunosupresores habituales.