Diagnóstico y tratamiento del cáncer de amígdalas en menos de seis meses
El equipo de Duke especializado en cáncer de cabeza y cuello adapta el tratamiento para mejorar los resultados

Kim Barnard sostiene a su caballo Johnny en su casa de Roxboro, NC. Barnard manifestó que fue terapéutico poder curarse cerca de sus caballos y otros animales.
Cuando un bulto sospechoso en el cuello no desaparecía, Kim Barnard, de 52 años, supo que tenía cáncer. Lo primero que hizo esta residente de Roxboro, NC, fue trasladar su atención a Duke Health, donde un equipo de oncólogos especializados en cabeza y cuello trabajó rápidamente para confirmar el diagnóstico e iniciar el tratamiento. Tras haberse sometido al tratamiento, Barnard no presenta indicios de cáncer, ha reanudado su trabajo y pasa tiempo con su familia, su perro y sus caballos que tanto ama.
La inflamación de un ganglio linfático requiere acción inmediata
En agosto de 2023, Kim Barnard notó un bulto indoloro en el lado derecho del cuello. Después de que transcurrieran un par de semanas sin que se produjera ningún cambio, visitó a su médico de atención primaria, quien le informó que el bulto era un ganglio linfático inflamado, posiblemente a causa de una sinusitis. A pesar de haberlo tratado con una tanda de antibióticos, el bulto no desaparecía. El próximo paso fue visitar a un otorrinolaringólogo, que le recetó otra tanda de antibióticos más un esteroide. Ninguno de los dos tratamientos dio resultado. "En general soy una persona sana, así que cuando las dos tandas de antibióticos y la prednisona no hicieron ningún efecto, supe que algo no andaba bien", indicó Barnard. A mediados de octubre, Barnard se sometió a una tomografía computarizada que detectó el probable culpable: un cáncer metastásico. "Me estremeció hasta la médula", recuerda. "Con 52 años, sana y activa, no pensaba en el cáncer".
El traslado a Duke
Barnard trasladó rápidamente su atención al Duke Cancer Institute y se sometió a una biopsia del ganglio linfático inflamado. Los resultados revelaron que tenía un carcinoma de células escamosas (un tipo frecuente de cáncer de cabeza y cuello) que se había extendido desde un origen desconocido. Una semana después, el cirujano de cabeza y cuello y oncólogo quirúrgico de Duke, Walter T. Lee, MD, examinó a Barnard. "Los signos indicaban que el tumor primario estaba en la amígdala derecha", afirmó el Dr. Lee. El tumor se originó por causa del virus del papiloma humano [VPH], un virus frecuente responsable de hasta el 70% de los tumores malignos en la garganta, la base de la lengua y las amígdalas. "La buena noticia era que muchos tipos de cánceres de amígdalas o cánceres orofaríngeos muestran positividad en la prueba de HPV, y estos son los que tienen mejor respuesta", indicó.
Al final de la cita, Barnard expresó que sabía que estaba en el lugar adecuado. "El Dr. Lee es seguro de sí mismo, y eso me encantó de él, pero además es una persona de fe. Eso me tranquilizó. Sabía que era la persona correcta para tratar mi problema de salud".
Un enfoque en equipo para el tratamiento del cáncer
Poco después del diagnóstico, Barnard estaba en un avión rumbo a la boda de su hijastro en México. Para el momento en que aterrizó, ya estaban programadas las citas para una tomografía pet, que se llevarían a cabo en los siguientes días posteriores a su regreso a NC, así como citas con el oncólogo radioterapeuta David Brizel, MD, y el oncólogo Neal Ready, MD. "Todos trabajamos con un sentido de urgencia, hacemos todo lo posible para que las cosas avancen", dijo el Dr. Lee.
El caso de Barnard se presentó ante la junta de tumores de cabeza y cuello, un grupo de aproximadamente 40 expertos en cáncer de cabeza y cuello, con el fin de determinar el mejor tratamiento. "Siempre intentamos establecer el tratamiento o la combinación de tratamientos, ya sea cirugía, radioterapia y quimioterapia, o solo una o dos de esas opciones, que ofrecerá el mejor pronóstico y a la vez limitará los efectos secundarios", afirmó el Dr. Brizel. "No se trata solo de eliminar el cáncer; se trata también de preservar la función después del tratamiento, y en esto es donde la experiencia marca una gran diferencia".
Al final, Barnard y su equipo de médicos decidieron que el mejor plan de tratamiento era una combinación de cirugía robótica transoral (TORS) y radioterapia. La TORS es un método quirúrgico avanzado. Los cirujanos usan herramientas robóticas miniaturizadas para mejorar la precisión quirúrgica y una cámara dentro de la boca para visualizar mejor la zona objetivo.
Amigdalectomía y linfadenectomía
Barnard se sometió a la cirugía el 1 de diciembre de 2023, un mes y un día después de su primera cita en Duke Health. El Dr. Lee le extirpó la amígdala derecha, que albergaba el tumor primario, así como el ganglio linfático afectado del cuello. También le extirpó la amígdala izquierda y los ganglios linfáticos adyacentes. Tras analizar el tumor, los resultados confirmaron que Barnard necesitaría otros tratamientos para reducir la posibilidad de que el cáncer reaparezca. Después de cinco noches en el hospital, Barnard regresó a casa. A finales de diciembre, estaba de vuelta en el trabajo.
Radioterapia
A mediados de enero de 2024, Barnard comenzó su tratamiento de radioterapia, cinco días a la semana durante seis semanas, a cargo del Dr. Brizel, Algunos de los efectos secundarios fueron un dolor intenso en la boca que le dificultaba comer. Después de las primeras semanas de tratamiento, dejó de trabajar para centrarse en su recuperación y cura. Terminó su último tratamiento de radioterapia a finales de febrero de 2024, y volvió a trabajar a mediados de marzo. Actualmente, no tiene indicios de cáncer en el cuerpo y está muy agradecida con su equipo de atención de Duke. "Duke fue maravilloso. Mis médicos trabajaron en estrecha colaboración para mejorar mi experiencia, hasta las señoras que registraron mi ingreso para hacer los tratamientos de radiación y los encargados del valet parking, todo el mundo me facilitó el camino.

De cara al futuro
Hoy Barnard es más optimista que nunca y se dedica a crear conciencia. Hace poco se convirtió en embajadora de la organización nacional sin fines de lucro Head and Neck Cancer Alliance. También participa en las redes sociales a través de foros sobre el cáncer de cabeza y cuello y el carcinoma de células escamosas, y comparte su experiencia con personas que se encuentran en la fase inicial de su experiencia con el cáncer. "Ser una persona que promueve la concientización es importante, y siento que estoy en una gran posición para hacerlo", afirmó Barnard. "Tienes que hablar en tu defensa; no puedes parar hasta obtener respuestas".
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