Volver a clases semanas después de una cirugía mínimamente invasiva para reparar una comunicación interauricular
Duke ofrece opciones de procedimientos mínimamente invasivos de avanzada

Giselle se acurruca con el cachorro que le regalaron tras la cirugía cardíaca. El nombre de su perrito es Corazón.
Giselle Olivas tenía 8 años cuando recibió el diagnóstico de comunicación interauricular, también conocida como un "agujero en el corazón". Sus padres eligieron Duke para su cirugía. Pero en lugar de la cirugía a corazón abierto tradicional, Giselle y su familia optaron por un método menos invasivo. Después del procedimiento que tuvo lugar en el verano de 2024, Giselle volvió a casa luego de pasar dos noches en el hospital. Asistió a su primer día de cuarto grado unas semanas después. "Todo parecía estar bien en su cita más reciente", dijo el padre de Giselle, Carlos Olivas. "Y lo mejor es que no tendremos que volver a preocuparnos por esto en el futuro".
Un soplo en el corazón conduce al descubrimiento de un defecto cardíaco
Los padres de Giselle Olivas, Carlos y Guadalupe Olivas, se llevaron una gran sorpresa al enterarse de que su hija llevaba toda la vida con un defecto cardíaco congénito. No tenía ningún síntoma salvo que, a veces, se cansaba con facilidad. Durante un examen físico escolar de rutina, en octubre de 2023, el médico de Giselle escuchó un soplo en su corazón (un sonido silbante que indicaba un flujo sanguíneo anormal a través del corazón). “De inmediato sospecharon que algo andaba mal”, contó Carlos Olivas.
En un ecocardiograma (un ultrasonido del corazón), se pudo ver que Giselle tenía un orificio en la pared entre las aurículas izquierda y derecha (las cavidades superiores del corazón). El gran orificio medía, aproximadamente, lo mismo que una moneda de cincuenta centavos de dólar y permitía la mezcla de sangre oxigenada con la no oxigenada. Sin tratamiento, el orificio podía provocar hipertensión pulmonar, insuficiencia cardíaca y otros problemas graves más adelante.
Elegir Duke para una cirugía cardíaca pediátrica
Los residentes de Winston-Salem, Carlos y Guadalupe Olivas, eligieron Duke para la atención médica de su hija porque “vi que Duke era el centro número uno en North Carolina y el número dos en los Estados Unidos”, contó Carlos Olivas. “¿Por qué elegiría cualquier otro lugar cuando puedo elegir el número uno?”.
Tras someterse a pruebas en los servicios especializados de Greensboro de Duke Children's, Giselle y sus padres conocieron al cirujano cardíaco pediátrico de Duke Douglas Overbey, MD, a través de una visita por video. “Era mucho más fácil que tener que conducir hasta Durham”, aseguró Carlos Olivas. “El Dr. Overbey se tomó el tiempo de responder a cada una de nuestras preguntas”.
Una variedad de opciones mínimamente invasivas
El Dr. Overbey expuso varias opciones quirúrgicas para Giselle. La primera era un método robótico que obligaría a Giselle a esperar aproximadamente un año por la cirugía. La segunda era una cirugía tradicional a corazón abierto, también conocida como esternotomía. Este método proporciona un excelente acceso al corazón, pero implica una gran incisión y romper el esternón. La recuperación es larga y dolorosa, y el procedimiento deja una cicatriz considerable.
La última opción era una esternotomía parcial, también conocida como abordaje subxifoideo. En comparación con una esternotomía, la incisión es mucho más pequeña y más abajo en el pecho. “Podemos dejar el esternón intacto y abrir solo su parte más baja”, explicó el Dr. Overbey. “Esta cirugía no se ofrece en muchos lugares porque es necesario tener experiencia en ella, además de contar con las herramientas correctas en el quirófano”.

Recuperación a tiempo para el inicio de clases
Finalmente, la familia Olivas eligió la esternotomía parcial, que es menos invasiva. El 22 de julio de 2024, Giselle fue operada en el Duke Children's Hospital & Health Center. Dos días después, “fue caminando hacia el auto para volver a casa”, contó Carlos Olivas. Para la semana siguiente, Giselle ya estaba comprando una nueva mochila con sus padres y hermanos; y para mediados de agosto, estaba lista para su primer día de clases.
“Ofrecemos experiencias lo menos invasivas posible a nuestros pacientes”, afirmó el Dr. Overbey. “Esta opción subxifoidea requiere un poco más de tiempo porque, desde el punto de vista del procedimiento, es más difícil de realizar; pero el resultado estético y la reducción del tiempo hasta el alta merecen mucho la pena”.