Un hombre conserva la voz después de una laringectomía parcial para tratar el cáncer de laringe

Por Morgan deBlecourt
23 de octubre de 2023
Dale Jessup sonríe con algo vegetación de fondo.

Dale Jessup, de 71 años, sonríe fuera de su hogar en Pinnacle, NC.

A Dale Jessup, de 71 años, le diagnosticaron cáncer de laringe a finales de 2017. A pesar del tratamiento de radioterapia, el cáncer reapareció en enero de 2019. Los médicos cercanos a su hogar en Pinnacle, NC, le recomendaron una laringectomía total, que le extirparía quirúrgicamente toda la laringe. Esto obligaría a Jessup a respirar a través de un tubo en el cuello durante el resto de su vida, y perdería la capacidad de hablar con naturalidad. Jessup buscó una segunda opinión en Duke, donde el oncólogo quirúrgico Russel Kahmke, MD, le recomendó una laringectomía parcial, a través de la cual se le extirparía el tumor canceroso, pero se le dejaría intacto el resto de la laringe. Esto preservaría su capacidad para respirar y hablar con normalidad. Tras cinco años, Jessup se mantiene libre cáncer y agradece poder contar su historia. 

Vuelve el cáncer de laringe

Cuando el cáncer de laringe de Dale Jessup volvió en 2019, sus médicos le dijeron que someterse a una laringectomía total era la opción más segura debido a la ubicación del tumor y los efectos secundarios de un tratamiento previo con radiación. Sin embargo, una amistad le sugirió que fuera a Duke, así que Jessup hizo una cita con el Dr. Kahmke. 

"Las personas pueden tener vidas largas y plenas después de una laringectomía total, pero la comunicación, deglución y respiración cambian", explica el Dr. Kahmke. "Una laringectomía total separa las funciones de deglución y respiración, así que todo lo que entra por la boca va directo al esófago y baja al estómago, y uno termina respirando por un orificio en el cuello".

Evaluar las opciones

El Dr. Kahmke utilizó un endoscopio, un tubo flexible con una cámara en un extremo, para examinar la laringe de Jessup. Vio que el tumor estaba en una ubicación favorable, encima de las cuerdas vocales en lo que se conoce como la laringe supraglótica. Como Jessup, por lo demás, estaba en buen estado de salud, Kahmke planificó una laringectomía parcial en la que accedería al tumor desde la boca de Jessup, en lugar de hacer una incisión en la garganta (que demoraría más tiempo en sanar). 

"Había riesgos, pero me pareció que podíamos intentarlo, sabiendo que si no podía hacerse, pasaríamos a una laringectomía total", explica el Dr. Kahmke. "Creo que el señor Jessup se sintió aliviado al saber que esa era una opción".

Una laringectomía parcial preserva funciones

Antes de que lo llevasen al quirófano, Jessup pensó cómo sería despertar sin voz, pero "había algo del Dr. Kahmke que me inspiraba confianza", dice. "Tuve que poner mi fe en que Dios guiaría sus manos".

Cuando Jessup se despertó después de la cirugía, se sintió aliviado de saber que aún tenía su laringe. Jessup no pudo probar su voz de inmediato debido a una traqueostomía temporal, un agujero en el cuello que le serviría para respirar hasta que la hinchazón posquirúrgica bajara. También tenía una sonda de alimentación temporal. Unos días después, durante las rondas diarias, un médico cubrió la abertura de la traqueostomía de Jessup y le pidió que intentara hablar. "De repente, me escuché hablar", cuenta. "¡Fue un momento de júbilo!"

Recuperación y régimen de seguimiento

La recuperación de Jessup ha tenido sus contratiempos, pero ha mantenido un progreso constante gracias a su arduo trabajo durante la terapia de deglución y la terapia vocal. Con el tiempo, se le retiraron la traqueostomía y la sonda de alimentación. Hoy, él evita ciertos alimentos y tiene dificultad para respirar en climas calurosos y brumosos o cuando contrae un virus respiratorio, pero es un cambio que está contento de haber hecho.

"Su objetivo era poder hablar", dice el Dr. Kahmke. "Como médicos, no siempre podemos darle a la gente lo que quiere, pero en el caso del señor Jessup, me alegra que hayamos podido preservar la función al mismo tiempo que tratamos su cáncer con éxito.

Jessup comenta que el Dr. Kahmke se ha esmerado en su seguimiento y atención continua. De forma consistente, identifica sus problemas y los resuelve. "Siempre me asegura que está disponible para ayudarme en cualquier manera. "Esto es muy reconfortante para mí y alivia mi estrés y ansiedad respecto de que el cáncer vaya a volver. Sé que estoy en buenas manos".

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