De vuelta al surf luego de que su mejor amigo le donara un riñón para el trasplante en Duke

Zach Stroud (izquierda) y Josh Jones (derecha) vuelven a surfear luego del trasplante de riñón.
Zach Stroud supo que podía padecer enfermedad renal después de que a su padre, de 60 años, le diagnosticaran insuficiencia renal por poliquistosis renal (PDK). Sin embargo, no esperaba que la insuficiencia renal apareciera tan pronto. A la edad de 43, Stroud necesitaba un trasplante de riñón. Gracias al equipo de trasplante de riñón de Duke Health y a la generosidad de un donante vivo, su mejor amigo y compañero de surf, Joshua Jones, Stroud se siente mejor que nunca, y el dúo ha vuelto a surfear.
La necesidad de un trasplante surge de manera inesperada
En 2015, le diagnosticaron poliquistosis renal (PQR) a Stroud. Esta enfermedad consiste en un trastorno hereditario que provoca la formación de quistes en los riñones. Con el paso del tiempo, los riñones se agrandan y no pueden funcionar. "Los resultados del análisis de laboratorio mostraban una falla en la función renal, por lo que me hice un ultrasonido ese año y, sin dudas, padecía la enfermedad", cuenta.
A pesar de padecer PQR, Stroud gozaba de buena salud. Un médico que vivía en Virginia Beach, VA, iba al gimnasio con frecuencia y practicaba surf cada vez que podía, a menudo, con Jones, su mejor amigo desde hace más de 30 años. Debido a su estilo de vida activo y la historia clínica del padre, el equipo médico creía que pasaría mucho tiempo antes de que Stroud necesitara un trasplante. "En general, se dice que la PQR repite el patrón de los padres", comenta. "Mi papá sufrió una enfermedad renal terminal a los 60 años, así que pensé que tenía más tiempo".
En octubre de 2022, la tasa de filtración glomerular (TFG) de Stroud, que determina la salud renal, cayó a 20, por lo que el paciente calificó para la lista de trasplante de riñón. En diciembre de ese año, Stroud se mudó a Raleigh y se sometió a la primera evaluación en Duke, que demostró que la TFG había vuelto a bajar. "Mi TFG pasó de 60 a 15 en siete años", cuenta Stroud.
Ayuda de un amigo
En lugar de inscribirse en la lista de espera nacional para la donación de órganos, Stroud acudió a Jones. Los dos crecieron surfeando juntos y, a menudo, el padre de Stroud los acompañaba. "Josh siempre insinuó que estaría dispuesto a donar un riñón, pero me daba mucha inquietud preguntarle", comenta Stroud. "Su respuesta fue muy divertida. Solo dijo 'Sí, por supuesto'".
El hecho de que el padre de Stroud tuviera que enfrentar una insuficiencia renal terminal afectó mucho a Jones cuando era adolescente. "Ver al padre de Zach lidiar con una enfermedad renal y, luego, enterarme del diagnóstico de mi amigo fue bastante duro", expresa Jones. "Quería quitarle algo de esa carga a Zach". Su deseo de ayudar aumentó luego de trabajar en LifeNet Health, la organización de procuración de órganos de Virginia. "De hecho, he visto el impacto que puede tener la donación", dice Jones.
El impacto de la donación en vida
La nefróloga y especialista en trasplante de riñón de Duke, Goni Katz-Greenberg, MD explica que en estos casos la donación en vida (una persona viva dona uno de sus órganos) es la mejor opción para un transplante. "Los riñones de donantes vivos suelen funcionar mejor". Además, es probable que los pacientes que reciben un órgano de un donante fallecido necesiten dos o tres trasplantes a lo largo de su vida, ya que esos riñones duran de siete a 10 años en función de diferentes factores", amplía. Debido a que Stroud y Jones tenían 43 años en el momento del trasplante, el riñón donado podría durar el resto de la vida del paciente.
La Dra. Katz-Greenberg afirma que cualquier persona interesada en donar un órgano debería realizarse una evaluación. "Las personas suelen impidir que los amigos o familiares hagan una donación porque piensan que si no tienen el mismo tipo de sangre, la misma edad o cualquier otra característica, no pueden seguir adelante", dice y explica que esto no es correcto. "Comuníquese con nosotros para determinar si puede o no ser donante".
Un trasplante de riñón exitoso
El cirujano a cargo de los trasplantes de riñón de Duke Bradley H. Collins, MD realizó el trasplante de Stroud en abril de 2023 de manera tal que se adaptara a las necesidades del paciente para apoyar su pasión por el surf. "Por lo general, el riñón donado se coloca en el lado derecho", explica Stroud. "Sin embargo, yo surfeo con el pie derecho hacia adelante, por lo que tiendo a caer con ese pie". Luego de que Stroud mostrara su postura de surf, el Dr. Collins acordó colocar el riñón donado en el lado izquierdo.
A los siete meses posteriores al trasplante, Stroud cuenta que se sentía mejor que nunca. La dupla disfrutó de un viaje a un resort de surf en Waco, TX, y planean ir a surfear en Portugal en diciembre. "Hemos surfeado juntos durante 30 años", recuerda Stroud. "Al surfear en conjunto, si alguien toma tu ola, te sueles enojar un poco, pero cuando veo a Josh atrapar una ola, incluso si es una de las mías, se siente tan bien como si yo lo hiciera".