Un donante de riñón anima a otras personas a que consideren la donación en vida

Por Esther L Ellis
27 de noviembre de 2024
Anthony de pie junto a David, ambos vestidos con uniformes de McGill

Cuando Anthony Teachey conoció por primera vez a su jefe, David Annas, le pidió que le donara un riñón. Tras un año de reflexión y muchas conversaciones con un coordinador de trasplante de Duke Health, Annas le donó un riñón a Teachey. Ahora que lo recuerda, desearía haberlo hecho antes.

Un nuevo trabajo y una pregunta atrevida

Los dos hombres se conocieron en junio de 2022 cuando Annas comenzó un nuevo trabajo en McGill, una planta de compostaje. El primer encuentro en persona en la planta de Delway dejó una gran impresión en Annas. "Me miró directamente a la cara y dijo: '¿Alguna vez pensaste en donar un riñón?'", relata Annas. "Me agarró con la guardia baja porque no sabía a qué se debía su pregunta".

Teachey tenía 26 años cuando le diagnosticaron poliquistosis renal (PQR), un trastorno hereditario que provoca la formación de quistes en los riñones. Con el tiempo, los quistes hacen que los riñones se agranden. Finalmente, dejan de funcionar. Su madre y sus hermanos también tenían PQR.

Teachey tenía unos 50 años cuando conoció a Annas. En ese momento, su función renal era del 19%. "Me sentía muy mal", relata Teachey. "No tenía energía, pero seguía trabajando". Teachey intentó encontrar un donante antes de recurrir a la diálisis. Se anotó en la lista de trasplantes nacional, pero sabía que podía llevar años. "También les pregunté al menos a cuatro o cinco compañeros de la iglesia'", comenta Teachey. "Creo que asusté a uno de ellos porque me evitó durante alrededor de seis meses". 

Realizarse las evaluaciones

Annas le dijo a Teachey que consideraría la posibilidad de donar, pero en su interior, esperaba que el tema no volviera a surgir. Sin embargo, unos meses después Annas decidió comenzar el proceso de evaluación con el equipo de trasplantes de Duke Health, comenzando con la revisión de su historia clínica y análisis de laboratorio básicos.

Después de eso, Annas se sometió a una exhaustiva evaluación de dos días, que incluye desde estudios de imágenes hasta una evaluación psicosocial. "Queremos asegurarnos de que los donantes no solo estén saludables ahora, sino que estén seguros a largo plazo", explica Tara Robisch, coordinadora de trasplantes de Duke Health. "Nos preguntamos: '¿Seguirán estando bien en 20, 30 o 40 años con un solo riñón?'".

Descubrir que era compatible

Annas era compatible. "Recé mucho por ello y tenía un fuerte deseo de donar, pero también tenía mucho miedo", explica. Annas tenía miedo de las posibles consecuencias para su salud y el riesgo de la cirugía. "El equipo de trasplantes me dio seguridad y calmó mis nervios". Aún así, no estaba listo para seguir adelante.

Llegar a una conclusión después de una segunda evaluación

Seis meses después de la primera evaluación de Annas, Robisch lo contactó nuevamente. Como coordinadora de trasplantes, era su trabajo comunicarse con él regularmente. Robisch le informó que debía realizarse una evaluación actualizada si seguía interesado en donarle un riñón a Teachey. "Honestamente, pensé que decidiría no seguir adelante", comenta Robisch. "Pero seguía diciendo: 'Todavía lo estoy pensando. Sigo dispuesto a ello, pero no estoy seguro'".

En junio de 2023, un año después de que Teachey le pidiera ayuda, Annas se sintió listo para donar. Invitó a Teachey almorzar para compartir la buena noticia. Teachey intentó cancelar porque se sentía muy débil. Para ese entonces, su función renal había disminuido al 12%. Había comenzado diálisis tres meses antes y estaba más exhausto que nunca. "Creo que ambos sabíamos que Dios nos había cruzado para que esto sucediera", afirma Annas.

La experiencia del trasplante

El trasplante se llevó a cabo en agosto de 2023. En los meses posteriores, ambos se sintieron fantástico. Annas estaba sorprendido de lo rápido que mejoró la salud de Teachey una vez que tuvo un riñón nuevo. "Me hizo arrepentirme de no haber realizado el trasplante antes", comenta. En un mes, Teachey bajó 25 libras. "Siento como si tuviera 30 años otra vez", comenta Teachey.

Un activista de la donación de riñón

En la actualidad, cada vez que alguien se acerca a Annas para preguntarle sobre su experiencia, él alienta a las personas a donar y a recurrir a Duke para su trasplante. "Desearía haber sabido que sería tan fácil y que marcaría una diferencia tan grande en la vida de Anthony. Si pudiera hacerlo de nuevo, lo haría".

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Trasplante renal de donante vivo