Pruebas para la detección del linfedema
Es importante realizar pruebas minuciosas para detectar el linfedema, ya que puede confundirse con otros tipos de hinchazón o edema. Durante la evaluación inicial, su proveedor especialista en linfedema analizará su historia clínica y realizará un examen físico detallado. El proveedor evaluará el estado de su piel y cómo reacciona al tacto, evaluará la movilidad de la parte del cuerpo afectada y realizará pruebas de su fuerza y equilibrio generales. También es posible que necesite una o más de las siguientes pruebas:
Asesoramiento y pruebas genéticas
Los análisis de sangre pueden identificar determinados genes o anomalías que pueden causar linfedema primario. Los asesores genéticos lo ayudarán a comprender cómo estos hallazgos pueden afectar a los miembros de la familia.
Mediciones de volumen
Medir la parte del cuerpo afectada proporciona información sobre el alcance de la hinchazón. Si hay linfedema en un brazo o una pierna, se compararán las mediciones de la extremidad afectada con las de la extremidad no afectada.
El ultrasonido, la resonancia magnética, las tomografías computarizadas, las radiografías y otros estudios de imágenes pueden evaluar la salud de los vasos e identificar bloqueos u otras afecciones que podrían contribuir a la acumulación de líquido en el cuerpo.
Espectroscopia de bioimpedancia (BIS)
Una máquina envía corrientes eléctricas indoloras a través de la parte del cuerpo hinchada para medir el nivel de resistencia. Una menor resistencia indica mayores niveles de acumulación de líquido.
Linfogammagrafía
Esta opción de estudios de imágenes muestra cómo se mueve el líquido a través del sistema linfático a lo largo del tiempo. Aunque se considera el método estándar para confirmar un diagnóstico de linfedema, se reserva para personas seleccionadas y para la planificación de una cirugía porque requiere inyectar un tinte radiactivo en un sistema linfático ya sobrecargado.
Tratamiento no quirúrgico para el linfedema
Si su proveedor sospecha que tiene linfedema, es posible que lo derive a un fisioterapeuta o a un terapeuta ocupacional. Los siguientes tratamientos no quirúrgicos para el linfedema se conocen como terapia descongestiva completa.
Cambios en el estilo de vida y ejercicio
Una dieta saludable y elevar las extremidades afectadas pueden ayudar a que su cuerpo mejore la circulación del líquido linfático estancado. El ejercicio contribuye a que los músculos sean más eficientes en el bombeo del líquido linfático a través del cuerpo.
Cuidado de la piel
La inflamación linfática puede estirar la piel hasta el punto de romperla, causando heridas dolorosas y cicatrices. Para ayudar a prevenir daños e infecciones en la piel, nuestros fisioterapeutas y terapeutas ocupacionales le enseñan cómo mantener una buena higiene de la piel (con jabón antibacteriano, crema hidratante y protector solar) y controlan las lesiones. También pueden recomendar el uso de aplicadores de loción de mango largo y otros dispositivos, y realizar otras modificaciones para ayudarlo a bañarse y aplicarse crema hidratante.
Compresión
Las prendas como medias y mangas de compresión junto con telas especiales, vendajes y tiras elásticas ayudan a promover el flujo de líquido a través de los canales linfáticos. Los dispositivos de compresión especiales aplican presión a las extremidades con formas irregulares. Nuestros terapeutas especialistas en linfedema recibieron capacitación para utilizar estos dispositivos de manera efectiva y le enseñarán a usted y a los miembros de su familia cómo usarlos correctamente en casa.
Drenaje linfático manual
Los terapeutas certificados especializados en linfedema realizan esta técnica de masaje intensivo que ayuda a drenar el líquido linfático de las áreas congestionadas y llevarlo a las áreas descongestionadas.
Medicamentos
Se utilizan algunos medicamentos para tratar determinados síntomas del linfedema. Los esteroides y los antihistamínicos tópicos reducen la inflamación y la picazón de la piel. Los medicamentos orales ayudan a reducir la inflamación, diluir los líquidos linfáticos, restaurar una función venosa más normal y mejorar el flujo linfático.