El líquido cefalorraquídeo puede filtrarse alrededor de la columna vertebral debido a un orificio en la duramadre, el tejido denso que recubre el cerebro y la médula espinal. El orificio puede deberse a:
- Una ruptura causada por un crecimiento óseo
- Una conexión anormal que se forma con una vena cercana
- Una lesión traumática
- Colocación de un catéter epidural para el parto o el manejo del dolor
La ruptura y la fuga de líquido cefalorraquídeo que tiene como consecuencia puede hacer que pierda la capa protectora de líquido que rodea el cerebro y la médula espinal. La baja presión de líquido cefalorraquídeo genera dolores de cabeza crónicos y otros síntomas debilitantes, por ejemplo:
- Dolores de cabeza intensos, especialmente cuando está erguido
- Nuevos dolores de cabeza persistentes que ocurren a diario y que suelen empezar de manera abrupta
- Visión doble o borrosa
- Zumbido en los oídos o pérdida auditiva
- Mareo
Si presenta estos síntomas
Como estos síntomas pueden indicar una variedad de problemas neurológicos, las fugas de líquido cefalorraquídeo suelen tener un diagnóstico incorrecto. Si tiene estos síntomas y no encontró alivio con los tratamientos médicos estándar, considere realizar una evaluación para detectar fugas de líquido cefalorraquídeo.
Busque atención de un neurólogo
Los neurorradiólogos de Duke se especializan en el uso de tomografías computadas de alta resolución, resonancia magnética y estudios de imágenes de fluoroscopia para diagnosticar y tratar las fugas de líquido cefalorraquídeo y otras afecciones que afectan el cerebro, la columna vertebral, la cabeza y el cuello.