La pérdida auditiva suele ser causada por problemas en la cóclea (conductos con forma de caracol situados en el interior del oído interno). A diferencia de un auxiliar auditivo tradicional, que amplifica el sonido, un implante coclear implica realizar un baipás de la parte del oído interno que está dañada y estimular directamente el nervio auditivo mediante pulsos eléctricos. Estos pulsos viajan al cerebro, donde se interpretan como sonido.
El implante coclear consta de dos partes. La parte interna se coloca durante una cirugía ambulatoria breve. La parte externa se activa unas semanas después y se ajusta durante los meses siguientes.