La estimulación del nervio vago
Un estimulador del nervio vago activa un segmento del nervio vago, que se conecta a áreas del cerebro implicadas en las convulsiones. El dispositivo da impulsos eléctricos programados a través del nervio vago y en el cerebro para reducir la probabilidad de que se produzcan convulsiones y disminuir su gravedad.
El estimulador está compuesto por un generador, o batería, y un electrodo. El generador se implanta en su pecho, o el de sus hijos, por debajo de la clavícula; se conecta al nervio vago a través de un electrodo que se coloca debajo de la piel, del lado izquierdo del cuello.
Además de dar una estimulación programada en forma regular para reducir las convulsiones en general, también puede interrumpirse una convulsión próxima pasando un imán especial sobre el dispositivo para activarlo. Algunos dispositivos de VNS también pueden dar estimulación en forma automática si detectan un aumento rápido del ritmo cardíaco (que, a menudo, indica el inicio de una convulsión epiléptica).
Este tipo de estimulación es más eficaz a lo largo del tiempo, ya que reduce la cantidad de convulsiones, aproximadamente, a la mitad.1 En las investigaciones, se demuestra que la VNS también puede reducir la duración e intensidad de las convulsiones, así como el tiempo de recuperación después de una convulsión.
Procedimiento de colocación de VNS
Antes de la cirugía para colocarle el dispositivo de RNS, se lo someterá a una evaluación de epilepsia exhaustiva para señalar el área del cerebro donde comienzan las convulsiones.
Durante el procedimiento de colocación, un neurocirujano hace dos incisiones pequeñas. El generador de VNS se coloca en la parte superior izquierda del pecho, y el electrodo se coloca del lado izquierdo del cuello. Un cable, que va por debajo de la piel, conecta el generador con el electrodo. El dispositivo no puede verse desde afuera del cuerpo.
El procedimiento lleva unas dos horas y, por lo general, no hace falta que se quede una noche en el hospital. La recuperación total lleva de cuatro a seis semanas.
Activación y programación del estimulador
Un neurólogo encenderá y programará el dispositivo unas dos semanas después del procedimiento.
A lo largo de los siguientes meses, un neurólogo hará ajustes a la configuración del dispositivo para maximizar los beneficios y minimizar los efectos secundarios. Las personas suelen empezar a observar menos convulsiones dentro de los tres a seis meses. Los efectos secundarios incluyen ronquera temporaria, disnea, tos y dolor de garganta mientras el dispositivo está enviando impulsos eléctricos.
Los médicos suelen recomendar que se continúen los medicamentos para la epilepsia además de la VNS.
Procedimientos para el cambio de baterías
Las baterías del estimulador deben cambiarse cada tres a seis años, en promedio. Para esto, hace falta hacer un procedimiento ambulatorio corto.