Estereoelectroencefalografía robótica (SEEG)
La SEEG también se usa para detectar dónde empieza la convulsión. Mientras esté con anestesia general, los neurocirujanos guiarán un brazo robótico para que realice pequeños orificios en el cráneo mediante los cuales se colocarán electrodos en el cerebro. Esto demora alrededor de dos horas. Se recuperará fuera del quirófano y permanecerá en el hospital por aproximadamente una semana. Durante este tiempo, los electrodos monitorearán su actividad cerebral para identificar dónde empiezan las convulsiones. Después de determinar un foco de convulsión, los electrodos se extraerán quirúrgicamente, y deberá permanecer en el hospital por dos o tres días para recibir antibióticos. En comparación con una craneotomía (que requiere una apertura más grande en el cráneo), el procedimiento robótico es más rápido y se tolera mejor. La estereoelectroencefalografía es ideal para los casos más difíciles de epilepsia. Junto con la SEEG, los médicos también podrán producir un modelo 3D de su cerebro para comprender mejor dónde se encuentran los electrodos profundos en relación con los otros y en relación con las estructuras importantes del cerebro.
Electrodos subdurales
Los electrodos subdurales en tiras o mantas se colocan de forma quirúrgica en la superficie del cerebro y se usan cuando es difícil identificar el foco de las convulsiones. Además, su epileptólogo y el neurocirujano pueden usar estos electrodos para activar eléctricamente partes de su cerebro para el mapeo. Como con la estereoelectroencefalografía robótica, el monitoreo se realiza durante varios días para poder registrar las convulsiones.
Mapeo cerebral
El mapeo cerebral identifica las áreas vitales en el cerebro responsables del movimiento, la sensibilidad, el lenguaje y la visión. Esto reduce el riesgo asociado con la cirugía de epilepsia. Primero, un neurocirujano extraerá una parte del cráneo (una craneotomía) para implantar electrodos en el cerebro mientras esté con anestesia general. Permanecerá uno o dos días en el hospital para poder recuperarse de esta cirugía. Cuando los electrodos estén conectados, el mapeo (que lleva entre una y dos horas) puede realizarse mientras esté despierto o bajo anestesia general, y tanto en el quirófano como en nuestra unidad de monitoreo de epilepsia (EMU) especializada, según las funciones que los médicos estén examinando. En ambos casos, se enviarán breves pulsos eléctricos por los electrodos implantados, lo que puede causar respuestas leves, como una sacudida o un hormigueo en un músculo. Además, temporalmente (por unos segundos) no podrá realizar ciertas tareas, como hablar.
Prueba de Wada
También conocida como prueba de amobarbital intracarotídeo, se usa para determinar funciones vitales del cerebro entre el lado izquierdo y el lado derecho. Un neurorradiólogo administrará un anestésico de corta duración en la arteria carótida izquierda o derecha, lo que dormirá de forma eficaz un lado del cerebro por unos cinco o diez minutos. Durante este tiempo, los médicos harán preguntas para comprobar el lenguaje, el habla y la memoria. Luego, el procedimiento se repite en el otro lado del cerebro. Todo el procedimiento dura entre dos y tres horas. Después de un breve período de recuperación, debería poder regresar a casa el mismo día.