Lavarse las manos es una de las maneras más efectivas de prevenir la propagación de gérmenes. Las manos limpias pueden detener la propagación de gérmenes de una persona a otra y a lo largo de toda la comunidad, desde el hogar y el lugar de trabajo hasta las instalaciones de cuidado infantil y los hospitales.
Puede ayudar a mantenerse saludable, así como a sus seres queridos, lavándose las manos con frecuencia, especialmente durante estos momentos clave en los que es probable contraer y propagar gérmenes:
- Antes, durante y después de preparar comida.
- Antes de comer.
- Antes y después de cuidar a alguien en casa que está enfermo con vómitos o diarrea.
- Antes y después de tratar corte o herida.
- Después de usar el inodoro.
- Después de cambiar pañales o limpiar a un infante que ha utilizado el inodoro.
- Después de sonarse la nariz, toser o estornudar.
- Después de tocar un animal, alimento para animales o desechos de animales.
- Después de manejar alimentos o golosinas para mascotas.
- Después de tocar basura.