Conozca los indicios del cáncer inflamatorio de mama

Mujer de North Carolina demuestra que un tipo de cáncer poco común se puede curar si se detecta y se trata a tiempo

Por Debbe Geiger
14 de octubre de 2022
Paciente de Duke con cáncer de mama se encuentra frente a un edificio.

Al despertarse, Charlotte Finley sintió una sensación de ardor bajo el brazo, que atribuyó al uso de desodorante. Se preguntó si eso podría ser la causa de las manchas ásperas con picazón que había notado en el seno derecho. Luego, la maestra jubilada de Stem, NC, sintió un bulto en ese seno mientras se duchaba. "Sabía que algo estaba mal, pero lo negaba", comenta. Finley se había realizado una mamografía hacía unos meses.

Después de hablar en confianza con su cuñada, acudió a un médico local que le realizó una biopsia de mama. En ese momento, "mi pecho estaba oscuro y presentaba zonas escamosas", afirmó. "El médico me miró y me preguntó si alguna vez había oído hablar del cáncer inflamatorio de mama". Finley no sabía nada al respecto, pero, desde ese momento, ha aprendido más de lo que desearía saber. A Finley le diagnosticaron este cáncer raro e invasivo en 2017.

El cáncer inflamatorio de mama a menudo se confunde con una infección cutánea

De acuerdo con el Instituto Nacional del Cáncer, el cáncer inflamatorio de mama es responsable del 1 al 5% de todos los cánceres de mama y se lo suele confundir con una infección de las mamas, como la mastitis, o con una infección cutánea, como la celulitis. Los síntomas (enrojecimiento cutáneo, inflamación y dolor) pueden ser similares; sin embargo, el cáncer inflamatorio de mama se asocia con el engrosamiento de la piel y con un aspecto punteado que recuerda a la piel de naranja.

Cuando una paciente presenta estos síntomas, lo común es que un médico de atención primaria recete antibióticos, nos cuenta Jeremy Force, MD, oncólogo médico de Finley y experto en cáncer inflamatorio de mama en el Centro Oncológico de Duke en Durham. Los problemas empiezan cuando los síntomas no desaparecen. “Si los síntomas empeoran, la paciente debe hacer una cita de seguimiento con su médico y consultar por los siguientes pasos”, explicó el Dr. Force. El cáncer inflamatorio de mama se puede curar si se detecta de manera temprana, pero, si no se trata, se puede expandir o hacer metástasis por fuera de la mama rápidamente.

Grupo de expertos de Duke trata el cáncer inflamatorio de mama

Finley eligió tratarse en Duke por su equipo de oncólogos médicos, oncólogos quirúrgicos y oncólogos radioterapeutas. Como especialistas en el cáncer inflamatorio de mama, cuentan con la experiencia, las herramientas y los tratamientos para tratarlo de manera eficaz.

Primero, Finley se sometió a varias sesiones de quimioterapia. “Esto reduce el tamaño del tumor, lo que facilita la realización de la cirugía”, explicó el Dr. Force. También ayuda a que los médicos determinen si el cáncer responde al tratamiento o si es resistente.

El paso siguiente es una mastectomía para extirpar la totalidad de la mama, lo que incluye el tejido mamario y muscular, la piel, la areola, el pezón y la mayoría de los nódulos linfáticos de la axila. Después de la cirugía, Finley se sometió a radioterapia para destruir cualquier célula cancerosa que pudiera haber quedado.

El Centro Oncológico de Duke se volvió parte de su familia

En todo este proceso, Finley contó con el apoyo de su familia (es la mayor de seis hermanos), de su marido, Monte, y de Charlene Evans Morton, su pastora. Sin embargo, una llamada del Dr. Force, que la llamó para ver cómo estaba, hizo que también lo acogiera como a un miembro de su familia. “Recuerdo que pensé 'realmente le importo'”, contó Finley. “Sabía que estaba ocupado, pero le importaba lo suficiente como para hacerme saber que podía contar con él. Quería alentarme. Se convirtió en uno de mis hijos”.

Finley se sintió de esa forma con muchas de las personas que conoció en Duke. “Desde la persona que abrió la puerta de mi auto hasta quienes me atendieron en radiación y en quimioterapia para ingresarme al Centro Oncológico de Duke se convirtieron en parte de mi familia”.

Hoy, Finley está curada

En 2018, Finley supo que ya no tenía cáncer, y así sigue siendo hasta hoy. Ahora tiene 65 años y enseña a leer en una escuela primaria local, sigue una terapia endócrina para bloquear la producción de estrógenos y evitar que el cáncer reaparezca. Asiste a Duke cada seis meses para hacerse controles de seguimiento.

Mirando atrás, Finley nos comentó: “Me doy cuenta de lo afortunada que soy y aprecio todo lo que tengo, a mi familia, a mi iglesia, a mis compañeros de trabajo, a todas las personas que estuvieron a mi lado para apoyarme. Conté con personas que lucharon por mí y que me animaron a seguir luchando. Eso marcó una enorme diferencia”.

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