La terapia física integral tras una amputación ayuda a una mujer a vivir con independencia

El Programa de Salud Articular personalizado incrementa la movilidad y reduce el dolor

Por Larissa Biggers
16 de diciembre de 2022
Mary Lou Bowen sonríe frente a unos árboles verdes.

Mary Lou Bowen deseaba vivir de forma independiente, pero luchaba contra los dolores a causa de la osteoartritis en la rodilla derecha y la movilidad limitada luego de que le amputaran la pierna izquierda por debajo de la rodilla. Gracias a la "familia Duke" del Programa de Salud Articular, la abuela de 69 años y exmaestra de jardín de infantes ahora es un miembro activo de la comunidad y se encuentra más saludable de lo que ha estado en años. 

Una cirugía de rutina provoca una infección potencialmente mortal

En diciembre de 2018, Bowen se sometió a una cirugía cerca de su hogar en Henderson, NC, para reparar un ligamento en su pie izquierdo. "Creí que la cirugía era para mejorar mi vida", recordó. Sin embargo, luego de la intervención, contrajo una grave infección por estafilococos que los médicos intentaron combatir con antibióticos. Finalmente, Bowen solicitó el traslado a Duke, donde le amputaron la pierna izquierda por debajo de la rodilla, un procedimiento que le salvó la vida.

El Programa de Salud Articular de Duke ofrece tratamientos a medida

Luego de la amputación y de la terapia física en Duke, se trasladó a Bowen al Programa de Salud Articular, donde trabajó junto a una fisioterapeuta, Abby Dillard, DPT, PT. Allí, Bowen recibió atención personalizada para minimizar el dolor debilitante causado por la osteoartritis, mejorar la función y manejar mejor su nueva prótesis.

"Lo mejor del Programa de Salud Articular", explicó Dillard, "es que personalizamos la atención para satisfacer las necesidades de cada persona. Las ayudamos a fijarse objetivos y nos enfocamos en la actividad física, el sueño, la nutrición y el bienestar emocional. En función de cómo esté el paciente en esas áreas, le recomendamos tratamientos". El programa también sirve para facilitar la derivación a otros especialistas, como dietistas, proveedores ortopédicos, psicólogos y más, cuando sea necesario. 

Trabajar hacia sus objetivos

Bowen aprovechó muchas de las ofertas del Programa de Salud Articular para alcanzar sus objetivos de cambiar el andador por un bastón y ser lo suficientemente independiente como para hacer las compras y otras tareas por sus propios medios. Según Dillard, Bowen fortaleció y estabilizó la pierna derecha de manera considerable, gracias a la terapia física. Además, recibió inyecciones de cortisona para aliviar el dolor en la pierna derecha y facilitar el ejercicio y participó de un programa de asesoramiento nutricional y control del peso. Más tarde, se pasó a un programa de terapia física grupal de ocho semanas, diseñado específicamente para personas con amputaciones. 

Superar las expectativas

El trabajo duro de Bowen dio sus frutos. Perdió 40 libras, lo que alivió la presión sobre la rodilla derecha y le permitió cambiar a una nueva prótesis. "Nuestro equipo la ayudó a manejar la osteoartritis, y ella trabajó junto con su protésico para obtener un dispositivo que se adaptara mejor", dijo Dillard. Bowen también consiguió deshacerse de su andador.

Hoy en día, vive de forma independiente y va a donde quiere ir. Además, se inscribió en el YMCA de su localidad para seguir haciendo ejercicio. "Antes de estar en Duke, no me hubiera sentido cómoda haciendo eso", dijo. Lo mejor de todo es que puede ayudar a cuidar a su nuevo nieto. 

El apoyo de su familia Duke

Bowen se considera una afortunada. "Recibí mucho apoyo de mis familiares y amigos, pero siento que Duke formó parte de mi familia también. Se preocuparon por mí como persona. No fue solo: 'Que entre y salga'. Todos me ayudaron a recuperar mi vida. Y tengo una vida maravillosa".

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