La rehabilitación personalizada ayuda a las personas a superar el síndrome post cuidados intensivos

Por Larissa Biggers y Debbe Geiger
19 de octubre de 2022
Una mujer con una chaqueta azul sonríe a la cámara

Después de una larga hospitalización en el hospital de la Universidad de Duke, Carolyn Moser, de 66 años, esperaba estar en camino a la recuperación. Pero tres meses en cama la dejaron débil, confundida e incapaz de cuidar de sí misma. Moser tenía el síndrome poscuidados intensivos, una constelación de problemas que pueden ocurrir después de una hospitalización prolongada. La atención de rehabilitación personalizada que recibió de fisioterapeutas y terapeutas ocupacionales en el Centro de Recuperación de Cuidados Críticos de Duke la ayudó a recuperar la fuerza y ​​la independencia. 

Comprender el síndrome post cuidados intensivos

Las personas con enfermedades graves están viviendo más tiempo, pero después de más de cuatro días en una unidad de cuidados intensivos (UCI), en reposo prolongado o con un ventilador para asistencia respiratoria, pueden experimentar debilidad muscular extrema, falta de aire, ansiedad y depresión, problemas de memoria y otras dificultades. El conjunto de estos problemas se denomina síndrome post cuidados intensivos. Estos efectos pueden durar mucho tiempo después de salir del hospital.

"A muchos pacientes realmente les cuesta volver a sus niveles normales de actividad", dijo Sara Dorn, PT, DPT, fisioterapeuta de Duke Health.

Aprender a moverse otra vez

Moser, de Fleetwood, NC, sufrió de insuficiencia hepática durante años antes de ir a Duke en junio de 2022 para ser evaluada para un trasplante de hígado. "Había investigado lo suficiente para saber que Duke era de los mejores centros", dijo la enfermera de emergencias jubilada. Durante su evaluación para el trasplante, Moser se enfermó tanto que fue hospitalizada de inmediato. Durante el mes siguiente, los médicos intentaron que mejorara lo suficiente para el trasplante; sin embargo, sus riñones empezaron a fallar y le tuvieron que hacer diálisis. Se sometió a un trasplante de riñón e hígado en Duke a principios de agosto.

Después de los trasplantes, Moser estuvo muy mal. "Mis piernas pesaban una tonelada porque tenía mucho líquido", dijo. "No podía levantar los pies. Mi hermana y mi hijo tenían que levantarme los pies para poder meterme en la cama”. Dijo que las cirugías le "habían dañado los músculos y los nervios del abdomen. No podía hacer nada por mi cuenta".

Moser pasó tres meses en el hospital, tras los cuales le dieron el alta y pasó otro mes en un hotel de la zona para que estar cerca de sus médicos mientras seguía recuperándose. En ese momento, comenzó con las sesiones de terapia ocupacional y terapia física en el Centro de Recuperación de Cuidados Críticos de Duke en Durham.

Centro de Recuperación de Cuidados Críticos de Duke

El centro de recuperación de cuidados críticos cuenta con fisioterapeutas y terapeutas ocupacionales que ayudan a personas como Moser a rehabilitarse después de una enfermedad grave y una hospitalización. "Evaluamos el estado funcional y cognitivo de los pacientes para detectar si tienen otras necesidades", explicó Dorn, como problemas de movilidad que requieren sillas de ruedas especializadas, dificultad para respirar, problemas para tragar o síndrome de estrés postraumático. Cuando es necesario, Dorn y sus colegas derivan a los pacientes a los especialistas correspondientes de Duke.

"Ya sea que tenga problemas del suelo pélvico o necesite ver a un neurólogo, podemos coordinar la atención para reducir la carga del paciente y su familia", dijo Samantha Green, MSOT, OTR/L, BCPR, terapeuta ocupacional de Moser. “Tenemos muchos recursos en el mismo edificio que la mayoría de las clínicas no tienen”.

La rehabilitación personalizada mejoró la fuerza y ​​la memoria

Moser recuerda que "trabajó con Sara en tareas sencillas, que volvió a aprender a hacer cosas como sentarse y levantarse de una silla. Sam me ayudó con la motricidad de las manos y con la memoria", que se habían visto afectadas por los muchos medicamentos que le dieron a Moser en el hospital. “Me dieron elementos como una banda elástica para fortalecer mis músculos y mi mano”. Le enseñaron ejercicios que podía practicar por su cuenta. En una semana, Moser comenzó a ver mejoras en su capacidad para cuidar de sí misma.

Ahora, ya en su casa, Moser dice que continúa progresando cada día. "Estoy caminando cada vez más e incluso ando por terrenos irregulares. Es fantástico. La gente de Duke sabe de lo que habla. Hay que trabajar para mejorar. No me dejaron estar inactiva. Eso fue bueno".

Pedir una derivación tras una hospitalización prolongada

Muchas veces, los síntomas del síndrome post cuidados intensivos no aparecen hasta que las personas salen del hospital. "Abordamos problemas que no son evidentes inicialmente, pero que pueden afectar la vida de los pacientes y sus cuidadores durante mucho tiempo", dijo Green. Ella anima a las personas que sufren cambios físicos o cognitivos después de una hospitalización prolongada a que se pongan en contacto con su proveedor para que los derive a su centro. "Podemos evaluar sus necesidades y ayudarle a recuperarse completamente", dijo.