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La técnica para el neuroma acústico preserva y restaura la audición

Los cirujanos de Duke están utilizando implantes cocleares para prevenir la pérdida auditiva o restaurar la audición en personas que la perdieron debido a que tumores benignos presionaron los nervios del cerebro. “Esta nueva oportunidad es extraordinaria”, afirmó el otorrinolaringólogo David Kaylie, MD. “Estamos ayudando a recuperar la audición a personas a quienes les dijeron que serían sordas de por vida”.
Los neuromas acústicos afectan nervios vitales
La pérdida auditiva es un síntoma común cuando un tumor no canceroso conocido como neuroma acústico (también llamado schwannoma vestibular) crece y presiona el nervio que va del oído interno al cerebro. Además de la pérdida auditiva, los neuromas acústicos pueden provocar problemas de equilibrio, debilidad y entumecimiento o parálisis facial.
El tratamiento para los neuromas acústicos varía desde la observación hasta la radioterapia. Si los tumores son grandes, crecen rápido o presionan sobre áreas vitales del cerebro, puede ser necesario realizar una cirugía. De ser así, un equipo de especialistas, entre los que se incluyen otorrinolaringólogos y neurocirujanos, trabajan en conjunto para minimizar el daño a los nervios y los riesgos asociados.
“El trabajo de un neurocirujano es extirpar el tumor”, explicó David Kaylie, MD, codirector del centro de tumores de base de cráneo de Duke. “Mi trabajo consiste en preservar la audición, el equilibrio y la función de los nervios faciales, y ayudar al neurocirujano a llegar al tumor”.

Duke es uno de los pocos centros en los EE. UU. donde los cirujanos han realizado esta novedosa intervención con éxito y uno de los pocos sitios donde los cirujanos extirpan el tumor y colocan el implante coclear en una sola cirugía.
Uso de implantes cocleares para preservar y restaurar la audición
En el pasado, la extirpación quirúrgica del tumor también requería que se extirpara el nervio coclear, que controla la audición. Eso limitaba la posibilidad de los médicos de ofrecer mejoras auditivas significativas. Sin embargo, recientemente los cirujanos comenzaron a utilizar implantes cocleares, después de que varios estudios demostraran que podían restablecer la audición en algunos pacientes con neuroma acústico sin extirpar los tumores.
Ahora, los cirujanos trabajan alrededor de los neuromas acústicos (a veces los dejan, o a una parte de ellos, y al nervio coclear intactos) e insertan un implante coclear para preservar o restablecer la audición. Duke es uno de los pocos centros en los EE. UU. donde los cirujanos han realizado esta novedosa intervención con éxito y uno de los pocos sitios donde los cirujanos extirpan el tumor y colocan el implante coclear en una sola cirugía.
“Antes se pensaba que si se extirpaba el tumor no se podía colocar un implante coclear”, comentó Kaylie. “Ahora podemos extirpar parte del tumor, lo que alivia la presión sobre el cerebro y permite que el cerebro comprimido tenga más espacio para volver a expandirse. Podemos colocar implantes cocleares en personas que aún tienen un tumor y devolverle la audición a un oído sordo. Este es un nuevo uso para los implantes cocleares. Hemos demostrado que puede funcionar. Un implante coclear puede devolverle la audición a personas que no han escuchado durante años o evitar que lleguen a quedarse sordas”.
Los cirujanos de Duke también están colocando implantes cocleares en personas que perdieron la audición en un oído tras recibir radioterapia para tratar neuromas acústicos. Esto puede restablecer la audición estereofónica, que ayuda a localizar los sonidos y facilita la audición en entornos ruidosos.

La esperanza cobra vida
Aunque los implantes cocleares no son una opción para todas las personas con neuroma acústico (depende mucho del tamaño y la ubicación del tumor), les están devolviendo la esperanza a algunas personas que la habían perdido. “El solo hecho de poder decírselo a nuestros pacientes y ver cómo su esperanza cobra vida ha sido muy gratificante”, aseguró Kaylie. “Esta nueva oportunidad es extraordinaria”.
Cuando se enciende el implante coclear, de tres a cuatro semanas después de la cirugía, “las reacciones de las personas son increíbles”, dijo Kaylie. “Es tan gratificante saber que estoy ayudando a evitar que pierdan la audición”.