Acerca de la atención quiropráctica
La atención quiropráctica puede ser eficaz para tratar y prevenir dolor de espalda, dolor de cuello y ciertos tipos de dolores de cabeza, así como dolor en los glúteos o omóplatos. También puede ayudar con ciertos tipos de dolor nervioso, hormigueo o entumecimiento que viaja hacia un brazo o una pierna. Un objetivo principal del tratamiento quiropráctico es aliviar el dolor para que pueda retomar actividades de manera que ayuden a prevenir el dolor en el futuro.
El número de sesiones quiroprácticas necesarias antes de comenzar a experimentar alivio puede variar según la condición. Por ejemplo, si se lesionó la espalda hace dos días y busca atención quiropráctica inmediata, puede comenzar a sentirse mejor dentro de una o dos semanas después de iniciar tratamiento. Si ha estado experimentando dolor crónico de espalda durante 30 años, puede tardar más tiempo, como semanas o meses, en sentir alivio.
diagnóstico quiropráctico
Los objetivos del proceso de diagnóstico son ayudar al médico quiropráctico a identificar la fuente de su dolor, determinar cuáles tratamientos le beneficiarán más y descartar tratamientos que pueden no ser adecuados para usted.
Historia
El médico tomará un historial detallado de sus síntomas y preguntará sobre su trabajo y otras actividades diarias.
Examen físico
El médico realizará exámenes neurológicos y ortopédicos para determinar la causa de los síntomas, así como qué posiciones y movimientos los causan y los alivian. El médico puede también analizar su postura y movimientos simples de la columna vertebral, así como acciones como caminar.
Tratamiento quiropráctico
Los médicos quiroprácticos en Duke Health comprenden que aliviar y prevenir el dolor articular y muscular no es un proceso único para todos. Según la condición y preferencias, el médico puede utilizar uno o más de los siguientes tratamientos:
Movilización espinal
Con usted acostado de espaldas, de frente o de lado, el médico aplicará presión a los músculos y articulaciones para estirarlos, ajustarlos o manipularlos y ayudar a que se muevan mejor. Esto puede ir acompañado de un empuje rápido y superficial. Después del procedimiento, el médico volverá a revisar los músculos y las articulaciones para verificar si se ha restablecido el movimiento y si se ha aliviado el dolor.
Terapia de liberación miofascial
Las fascias son capas de tejido entre la piel y los músculos que facilitan el movimiento. A veces, con el uso excesivo repetido o una lesión, las fascias pueden adherirse a los músculos, lo que resulta en dolor y movimiento limitado. La terapia de liberación miofascial utiliza presión suave, ya sea de las manos del médico o de un instrumento, y movimiento guiado para movilizar fascias y músculos y aliviar síntomas.
Ultrasonido terapéutico
El ultrasonido terapéutico es un proceso indoloro en el que el médico coloca un pequeño dispositivo sobre la piel que envía ondas sonoras de alta frecuencia al cuerpo. Las ondas sonoras penetran en los tejidos blandos, creando vibraciones que mejoran la circulación, calman la inflamación, aportan más oxígeno a la zona y relajan los músculos tensos.
Estimulación Muscular Eléctrica
El médico aplica electrodos en el área de dolor, luego se transmite una corriente eléctrica a esa área para calmar espasmos musculares y aliviar el dolor.
Tracción mecánica
La tracción mecánica es una técnica en la que el médico utiliza una máquina para aplicar una fuerza suave de tracción o estiramiento a la columna vertebral, con o sin presión manual, para aliviar el dolor.
Tratamiento mecánico
El médico puede enseñarle cómo evitar posturas y patrones de movimiento que empeoren el dolor, y mostrarle qué hacer en su lugar.
Ejercicio y Yoga
Si su afección tiene probabilidades de responder favorablemente al yoga, al fortalecimiento del tronco u otros ejercicios, el médico puede enseñarle rutinas o posturas que ayudarán a aliviar el dolor y mejorar su función.