La neuroestimulación responsiva (RNS, sigla en inglés) monitorea constantemente su actividad cerebral. Cuando identifica ondas cerebrales anormales que se asocian con una convulsión, envía señales eléctricas breves para reiniciar la actividad cerebral normal. El dispositivo está compuesto por dos partes: un generador y electrodos. El generador de RNS se coloca en una pequeña ventana en el cráneo y se conecta a electrodos colocados en el cerebro o sobre este.
La RNS es más eficaz a lo largo del tiempo, ya que reduce las convulsiones, aproximadamente, en un 60% a 80% después de uno a tres años.1 La RNS cuenta con la aprobación de la FDA para personas de 18 años en adelante. No obstante, en determinadas circunstancias, la RNS puede utilizarse en niños con epilepsia de menos edad.
Aprenda cómo funciona la neuroestimulación responsiva.