Al igual que algunos accidentes cerebrovasculares causados por obstrucciones en los vasos sanguíneos del cerebro, un accidente cerebrovascular ocular es causado por una obstrucción, generalmente un coágulo de sangre, en una arteria del ojo.
Una obstrucción en la arteria principal de la retina se denomina oclusión de la arteria central de la retina (CRAO, por sus siglas en inglés). Una obstrucción en una arteria más pequeña se denomina oclusión de la arteria retiniana ramificada (BRAO, por sus siglas en inglés).
Debido a que estas arterias son responsables de suministrar sangre al ojo, la falta de flujo sanguíneo puede afectar su visión. Sin una intervención rápida, puede experimentar ceguera o pérdida permanente de la visión.