La hepatitis C es una infección vírica del hígado que se transmite a través de la sangre y los fluidos corporales contaminados.
Hepatitis C aguda
La hepatitis C aguda puede causar síntomas leves, o no causar síntomas y resolverse en poco tiempo, a veces sin que usted sepa que la padece.
Hepatitis crónica
Casi el 75% de los casos de hepatitis C aguda se convierten en hepatitis C crónica. Los síntomas de esta infección activa pueden tardar años en aparecer. Nuestro objetivo es tratar la hepatitis C mucho antes de que los síntomas aparezcan. Si no se trata o se controla de manera inadecuada, la hepatitis C crónica puede provocar daños irreversibles en el hígado, así como cáncer de hígado.