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Un trasplante de células madre salva la vida de un ciclista
La determinación de luchar ayudó a Kevin Penn a vencer la leucemia.

Kevin Penn celebró su cumpleaños número 43 seis años después de su diagnóstico de leucemia y cinco años después de su trasplante de células madre.
Un ciclista entusiasta, Kevin dice que ignoró obstinadamente su notable fatiga, enfermedades cada vez más comunes e incluso dificultad para respirar. Entonces, un día, mientras montaba su bicicleta en el parque, "todo ataviado con mi atuendo de lycra, en mi bicicleta de titanio", otro ciclista pedaleó junto a él cuesta arriba, equipado con poco más que pantalones cortos de jean, zapatos deportivos y una bicicleta pesada. "Mi ego no podía manejarlo", dice Penn. Sabía que algo tenía que estar mal.
El viaje comienza.
Penn acudió a su médico a finales de mayo 2008. En menos de 48 horas, estaba en el Duke Cancer Center, preparándose para la quimioterapia para tratar la leucemia mieloide aguda (AML), un cáncer que se desarrolla en la médula de los huesos. Penn, un profesional que se describe a sí mismo como un hombre de números, se enfrentaba a probabilidades difíciles: solo uno de cada cinco pacientes con LMA vive cinco años después del diagnóstico.
Penn completó la terapia con éxito y regresó al trabajo. Luego, seis meses después, su leucemia volvió, y esta vez fue más severa. Su única opción de tratamiento era un trasplante de células madre.
El diagnóstico humano
Las células madre trasplantadas de Penn provinieron de su hermano. Y el trasplante funcionó; en un corto período de tiempo, sus números se veían bien y, desde el punto de vista médico, todo iba bien.
Fue entonces cuando surgió uno de los puntos más críticos de su tratamiento, dice Penn. Los rigores de prepararse y someterse a un trasplante de células madre finalmente lo habían llevado a una crisis psicológica. "Dejé de luchar", dice. Su equipo de atención lo sabía, y un profesional en enfermería llevó a su esposa, Kristin, a un lado y le dijo que si no se levantaba de la cama, nunca lo haría. Kristin lo motivó a luchar nuevamente. "Simplemente me hizo querer hacerlo.. Y fue en ese momento cuando realmente comenzó mi proceso de sanación. Pasaré el resto de mi vida asegurándome de que Kristin sepa cuánto agradezco lo que hizo por mí, y también cuánto la quiero. Pero sin el equipo de Duke y ese profesional en enfermería diagnosticando mi depresión y dándole ese empujón a mi esposa, no estoy seguro de qué hubiera pasado.
Los números y lo innumerable
Kevin celebró su cumpleaños número 43 seis años después del diagnóstico y cinco años después de su trasplante de células madre. Regresó a su vida de muchas maneras: participando en varios recorridos de larga distancia y ayudando a sus dos hijos a andar en bicicleta sin ruedas de entrenamiento. Sabe que las probabilidades están a su favor para celebrar muchos más aniversarios de bodas, cumpleaños e hitos en los años venideros.