Un programa piloto garantiza que los hombres afrodescendientes que padecen cáncer de próstata reciban la atención que necesitan

La asesora de pacientes del Duke Cancer Institute contacta a los hombres afrodescendientes con PSA elevado

Por D'Ann George
23 de enero de 2024
La asesora de pacientes de Duke, Melody McNair, RN, mantiene una conversación con el Sr. Fogg y su hermana, Sherry Williams.

La asesora de pacientes de Duke, Melody McNair, RN, mantiene una conversación con el Sr. Fogg y su hermana, Sherry Williams.

Edward Fogg tenía 66 años y estaba sin hogar cuando los médicos de una clínica local le informaron que tenía un PSA elevado. Fogg no entendía que eso era una señal de alarma de cáncer de próstata agresivo. Tampoco quería hablar de sus problemas de salud. Afortunadamente, Duke Cancer Institute cuenta con un nuevo programa piloto dirigido a hombres afrodescendientes, como Fogg, para ayudarlos a recibir la atención que necesitan.

¿Por qué algunos hombres afrodescendientes no buscan ayuda?

El trabajo de Melody McNair consiste en identificar a hombres como Fogg. Como asesora de pacientes y enfermera titulada en el Duke Cancer Institute, McNair tiene acceso a los nombres de los hombres afrodescendientes que acudieron a una clínica de atención primaria de Duke en Durham o en las inmediaciones para someterse a una detección inicial de PSA. Entonces, se pone en contacto con ellos si su valor de PSA es superior a 1.5 y no responden a los repetidos intentos de seguimiento.

Diversos factores pueden dificultar que los hombres afrodescendientes reciban la atención que necesitan. McNair cuenta que algunos, aunque no todos, tienen miedo o desconfianza con respecto a los sistemas de atención médica, lo cual puede provenir de desigualdades sistémicas o de sus experiencias personales.

"Puede que carezcan de apoyo para seguir un tratamiento o que no entiendan completamente el proceso", señala McNair. El hecho de que alguien se acerque a ellos y les hable de su afección puede ser "el punto de inflexión en el que digan: ‘está bien, demos el siguiente paso’”, explica la asesora. 

McNair comentó que la experiencia de su padre con un cáncer de próstata avanzado también la ayuda a comprender lo que frena a algunos hombres. A veces "no quieren que nadie sepa que están enfermos. Se supone que deben ser los que mantienen el hogar. Ese fue el caso de mi padre," dice McNair.

Fogg tuvo sentimientos similares. "No quería ser una carga para nadie", afirma. “Y realmente no me importaba mi bienestar". Tampoco entendía lo que significaba un PSA elevado. 

PSA significa antígeno prostático específico, y medirlo es el primer paso para diagnosticar el cáncer de próstata. Un nivel elevado es un fuerte indicador de la enfermedad, según explica Hannah McManus, MD, la oncóloga médica de Fogg especializada en cáncer de próstata en Duke.

Sentirse mejor después del tratamiento

McNair revisó los registros de Fogg y encontró el número de teléfono de su hermana. Le explicó lo que significaba el nivel de PSA y cómo seguir un tratamiento podría marcar la diferencia. McNair también le proporcionó dinero para gasolina y un pase de estacionamiento para ayudar a Fogg a llegar a sus citas en el Centro Oncológico de Duke en Durham. 

Ahora que Fogg está recibiendo tratamiento, ya no siente dolor y ha recuperado el apetito. La Dra. McManus cuenta que su nivel de PSA bajó de 4150 a 0.5 en menos de cuatro meses. "Esto nos demuestra que el cáncer de próstata del Sr. Fogg está respondiendo muy bien al tratamiento. Confío en que vivirá bien durante muchos años", señala.

Marcar la diferencia en la vida de los hombres

McNair trabajó 20 años en una clínica de salud comunitaria en Durham, donde se ocupaba de la detección del cáncer de próstata. Pero nunca sabía si sus pacientes luego iban a una clínica oncológica para recibir tratamiento. Sospecha que muchos esperaron demasiado o que nunca lo hicieron. Es por eso que el trabajo que realiza en la actualidad le resulta tan gratificante. 

A veces, comenta McNair, un llamado telefónico para explicar qué significa una prueba y por qué es importante el tratamiento puede marcar una gran diferencia. "Soy la pieza intermedia, la que conecta lo que alguien no tiene con lo que necesita".

La función de asesora del paciente de McNair se financia mediante donaciones al Centro de Atención de Apoyo y Superviviencia de Duke. Se necesitan fondos adicionales para ampliar el programa y llegar a más poblaciones con alto riesgo de cáncer. Done al Centro de Atención de Apoyo y Superviviencia de Duke.

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