El pensamiento creativo y la colaboración salvan la pierna de un hombre

Lo único que recuerda DeShazo, de 60 años, de su accidente es que iba en motocicleta al trabajo. Tras ser atropellado por un auto, fue trasladado en helicóptero al hospital Universitario de Duke. "Todo mi lado izquierdo estaba roto: mi pie, mi tobillo, mi cadera, mi hombro y mi brazo", dijo DeShazo. La lesión más grave fue en su pierna izquierda, que quedó destrozada.

Cuando DeShazo recuperó el conocimiento, conoció a Malcolm DeBaun, MD, cirujano traumatólogo ortopédico de Duke Health, quien lo cuidaría durante los siguientes 18 meses. "Bruce tenía una lesión que amenazaba su extremidad pero, debido a la gravedad, no era candidato para los típicos procedimientos de reconstrucción ósea", dijo. En otras instituciones, esto habría significado una amputación por encima de la rodilla. Sin embargo, el Dr. DeBaun sabía que tenía que haber una mejor opción.

Colaboró ​​con su colega, Geoffroy Sisk, MD, cirujano plástico y reconstructivo de Duke Health, y una empresa local que crea implantes ortopédicos impresos en 3D personalizados. "Necesitábamos una nueva solución para su problema porque era muy complejo", dijo el Dr. DeBaun. 

Después de varias reuniones, el equipo terminó de elaborar un plan. Aunque implicaba riesgos y varias cirugías, DeShazo, un hombre activo que quería seguir así, aceptó la propuesta de los médicos. Primero, se realizaron cirugías para eliminar restos y estabilizar temporalmente la pierna. En segundo lugar, el Dr. Sisk utilizó microcirugía avanzada para trasplantar dos músculos de la espalda de DeShazo a la parte inferior de la pierna para cubrir y proteger la extremidad en curación. En tercer lugar, el Dr. DeBaun reemplazó el hueso de la parte inferior de la pierna de DeShazo (tibia) con un implante de titanio 3D personalizado. DeShazo realizó terapia física intensa durante todo el proceso, que duró un año y medio.

Además del dolor físico, DeShazo tuvo que afrontar las repercusiones del accidente en su salud mental. Tenía muchas pesadillas y, debido a las restricciones de seguridad por el COVID, las visitas de su familia eran limitadas. Los enfermeros de DeShazo reconocieron rápidamente los síntomas del trastorno de estrés postraumático y lo pusieron en contacto con los proveedores de salud mental adecuados de Duke. "No es solo una lesión física", explicó el Dr. DeBaun. "Los traumatismos tienen un gran componente mental. Tal vez otros centros no le den suficiente importancia a esto, pero Duke cuenta con experiencia y herramientas únicas para abordarlo".

Durante la séptima y última cirugía de DeShazo, se le implantó una varilla de titanio 3D para reemplazar la parte inferior de su pierna izquierda y estabilizarla con varillas, placas y tornillos. Ya regresó a Roxboro, donde podrá volver a disfrutar de la vida. "Mi vida volvió casi a la normalidad, solo que a un ritmo más lento. Estoy muy agradecido porque nunca creí que volvería a caminar”. El Dr. DeBaun estuvo de acuerdo. "Está muy feliz de tener una extremidad sobre la que apoyarse, y es la suya propia con un extra de titanio. Es un milagro".