Los síntomas de la malformación de Chiari mejoran tras una cirugía encefálica mínimamente invasiva en Duke

Por Morgan deBlecourt
20 de julio de 2023
Kendra Gerlach sonríe en un balcón. El fondo es frondoso y ella está de pie junto a unas plantas en maceta.

Kendra Gerlach parada fuera de su casa en Richmond, VA.

Kendra Gerlach estaba acostumbra a tener dolores de cabeza crónicos desde niña. En mayo de 2022, la residente de Richmond, VA, de 50 años, experimentó un dolor de cabeza tan insoportable que acudió a la sala de emergencias local. Después de enterarse de que tenía un defecto cerebral estructural llamado malformación de Chiari, que contribuía a una acumulación de líquido cefalorraquídeo (LCR) en su cerebro, Gerlach buscó atención en Duke Health. Seis meses después de una cirugía mínimamente invasiva para restaurar la circulación del líquido cefalorraquídeo, los dolores de cabeza de Gerlach son más cortos, menos frecuentes y menos dolorosos. "Dios nos guio al cirujano correcto y al lugar correcto en Duke", dijo.

El dolor de cabeza insoportable como indicio de una acumulación de LCR

El dolor de cabeza que obligó a Gerlach a acudir a una sala de emergencias "no se parecía a ningún otro dolor de cabeza que hubiera tenido antes", afirmó. "Sentía cómo el dolor comenzaba en la base del cuello y se desplazaba hasta la parte frontal de la cabeza". El incesante dolor pulsátil hizo que Gerlach cayera al suelo, mientras llamaba a su esposo pidiendo ayuda.

Los médicos de la sala de emergencias le administraron un combinado de medicamentos contra la migraña, que apenas mitigaron el dolor. Una tomografía computarizada reveló ventriculomegalia: ventrículos agrandados o espacios en el cerebro por donde circula el LCR. Un neurocirujano local también descubrió que Gerlach presentaba tejido cerebral que se extendía hacia el conducto raquídeo, una afección conocida como malformación de Chiari, con la cual posiblemente haya nacido. Las malformaciones de Chiari pueden contribuir a la hidrocefalia, una acumulación de LCR (que normalmente nutre y protege el cerebro) y pueden causar ventriculomegalia, dolores de cabeza y otros problemas de salud. 

La elección del tratamiento adecuado

Los médicos locales de Gerlach recomendaron operarla para colocarle un tubo permanente, llamado derivación, en el cerebro para que drenara el exceso de LCR. Gerlach era consciente de que la derivación de líquido cefalorraquídeo tenía altas tasas de complicaciones. Por tal motivo, buscó una segunda opinión en Gerald Grant, MD, un neurocirujano de Duke especializado en el tratamiento de malformaciones de Chiari y otras afecciones relacionadas con el LCR.

Tras una serie de pruebas, el doctor Grant descubrió una obstrucción en el sistema de circulación del LCR de Gerlach, además de la malformación de Chiari. Esta obstrucción, conocida como estenosis del acueducto, es una causa frecuente de hidrocefalia. En lugar de una derivación, el Dr. Grant sugirió realizar una ventriculostomía endoscópica del tercer ventrículo (VET). Aunque este procedimiento mínimamente invasivo se utiliza habitualmente para tratar a niños con hidrocefalia, los neurocirujanos son menos proclives a ofrecérselo a los adultos porque esta clase de afección es menos frecuente en ellos, afirmó el Dr. Grant, que trata tanto a niños como a adultos. 

"Durante una VET, hacemos un pequeño orificio debajo del cerebro para conectar el tercer ventrículo con el resto del líquido cefalorraquídeo y sortear la obstrucción para que el líquido pueda circular", explicó. "Estábamos convencidos de que la VET reduciría su hidrocefalia, y eso haría que sus síntomas mejoraran sin la necesidad de una operación mayor".

Una feliz recuperación

Tras la breve cirugía y una estadía de dos noches en el hospital, Gerlach fue dada de alta la víspera de Navidad de 2022. "Fue una Navidad diferente para nuestra familia. Pero sentimos que nuestro mejor regalo de Navidad fue haber atravesado con éxito un procedimiento como este", afirmó Gerlach. 

Hoy Gerlach ha vuelto a hacer ejercicios, remodelar su casa y otras actividades que había dejado relegadas antes de la cirugía. En los estudios de imágenes de seguimiento se puede observar que sus ventrículos se están reduciendo, el LCR está circulando y sus síntomas están mejorando. "Todavía tengo dolores de cabeza, pero cuando ocurren, son más breves y menos intensos", manifestó Gerlach. "Solía tener dolores de cabeza que duraban días, pero eso ya no sucede". 

El Dr. Grant les recomienda a las personas con malformaciones de Chiari que busquen atención en un centro como Duke, donde los expertos cuentan con los conocimientos y la experiencia necesarios para ofrecer una atención avanzada. Gerlach se alegra de haberlo hecho. "Para mí, la pequeña cicatriz que tengo es un recordatorio constante de lo que atravesé y lo que superé. Me siento muy agradecida por haber encontrado el médico y el lugar adecuados. Tuve una evolución asombrosa gracias a ello".

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