Las malformaciones de chiari son defectos estructurales que afectan el tejido en el tronco encefálico, el cerebelo (área del cerebro en la parte posterior del cráneo) y la médula espinal. Pueden causar síntomas que van desde dolores de cabeza y dolor de cuello hasta problemas con el sueño y la deglución.
Tipos de malformaciones de chiari
Las malformaciones de chiari se pueden categorizar en diferentes tipos, siendo la malformación de chiari tipo I la más común.
Los síntomas de tipo I pueden desarrollarse durante la infancia, la adolescencia o incluso en la adultez. Con malformación de chiari tipo I, el cerebro sobresale a través de una abertura en la base del cráneo, ejerciendo presión sobre el cerebro y la médula espinal. Esto puede bloquear el flujo normal de líquido cefalorraquídeo (LCR), causando hidrocefalia (acumulación de líquido en el cerebro) o un quiste (un quiste lleno de líquido dentro de la médula espinal). Un quiste puede provocar entumecimiento, hormigueo, debilidad, dolor de espalda o de extremidades, escoliosis o cambios en la función intestinal o de la vejiga.
El tipo II generalmente afecta a niños que nacen con espina bífida, específicamente a infantes con mielomeningocele, un tejido de la médula espinal que protruye a través de una abertura en la columna vertebral.
El tipo III es una forma rara y muy grave de malformación de chiari. Algunas partes del cerebro pueden protruir o herniarse a través de una abertura anormal en la parte posterior del cráneo.
El tipo IV es muy raro. En este tipo, parte del cerebro está subdesarrollada o ausente.