Afecciones que causan dolor de cadera
Displasia de cadera y pinzamiento de cadera
La cadera es una articulación esférica. La cabeza del fémur, de forma redondeada, encaja en una cavidad de la pelvis llamada acetábulo. La displasia de cadera se produce cuando la cavidad no cubre adecuadamente la cabeza del fémur. Esto puede deberse a que la cavidad es demasiado pequeña o poco profunda, a que no está posicionada correctamente o a ambas cosas.
El pinzamiento de cadera (también llamado pinzamiento femoroacetabular o FAI) se produce cuando el movimiento normal provoca un contacto anormal entre la cabeza del fémur y la cavidad de la articulación de la cadera. Esto suele deberse a que uno o ambos huesos presentan una forma irregular, lo que hace que se produzca un desgaste en la articulación de la cadera.
Desgarros del labrum
Tanto en la displasia de cadera como en el pinzamiento de cadera, algunos de los primeros síntomas se deben a la irritación o al desgarro del labrum, un tipo de cartílago que recubre el borde de la cavidad de la cadera. Este tipo de desgarro es casi siempre el resultado de una afección preexistente. Por ello, es importante que el tratamiento aborde también la afección subyacente, para restablecer completamente la función y reducir el riesgo de recurrencia de la lesión. Si no se tratan, la displasia de cadera o el pinzamiento de cadera pueden ocasionar artritis con el tiempo, lo que finalmente podría requerir una cirugía de reemplazo de cadera.
Necrosis avascular
La necrosis avascular de la cabeza femoral ocurre cuando el flujo sanguíneo hacia esta parte del hueso se detiene o se reduce, lo que causa la muerte del tejido óseo. El cuerpo intenta sanar la zona reemplazando el hueso muerto. Desafortunadamente, el nuevo tejido óseo es más débil, por lo que, al sobrecargar la articulación, produce dolor. Finalmente, el tejido óseo debilitado colapsa y la cabeza femoral deja de encajar adecuadamente en la cavidad de la cadera. Con el tiempo, este hueso irregular desgasta el cartílago de la articulación de la cadera y provoca artritis.
¿La cirugía de preservación de cadera es adecuada para usted?
Nueva opción para personas de entre 15 y 55 años
La cirugía de preservación de cadera es una opción relativamente nueva para personas de entre 15 y 55 años. En algunos casos, podría ser una opción para personas de menor o mayor edad. Los procedimientos de preservación de cadera pueden ser beneficiosos para adultos que cumplen con las siguientes condiciones:
- Recibieron un diagnóstico de displasia de cadera cuando eran niños o adultos jóvenes y ahora tienen dolor.
- Tienen pinzamiento de cadera.
- Tienen necrosis avascular de la cabeza femoral.
- Someten la cadera a amplitudes de movimiento extremas durante actividades deportivas.
Es mejor para quienes no tienen artritis
Las personas que se someten a tratamientos de preservación de cadera antes de que se presente la artritis son las que mejores resultados obtienen. Si padece artritis de cadera moderada, podría resultarle otro tipo de cirugía, como el reemplazo de cadera.
Una opción después de haber probado tratamientos no quirúrgicos
Nuestra evaluación exhaustiva de la afección le ayudará a determinar el mejor tratamiento para usted. Su tratamiento puede comenzar con terapias no quirúrgicas, como las siguientes:
- Modificación de las actividades
- Medicamentos antiinflamatorios no esteroideos
- Inyecciones guiadas por ultrasonido de anestésicos, con o sin medicamentos esteroideos
- Terapia física
Si estas opciones no dan resultado, el siguiente paso puede ser la cirugía de preservación de cadera. Trabajamos con usted para ayudarle a comprender su afección, gestionar sus expectativas y lograr el mejor resultado posible.
Procedimientos quirúrgicos para la preservación de cadera
Artroscopia de cadera
Durante este procedimiento mínimamente invasivo, se introducen instrumentos quirúrgicos y una cámara denominada artroscopio a través de pequeñas incisiones en la cadera. Un equipo especial aplica tracción a la cadera y separa con seguridad la cabeza femoral de la cavidad de la cadera. El artroscopio permite al cirujano ver y reparar los desgarros del labrum que pueden haberse producido como consecuencia de un pinzamiento o una displasia de cadera. También permite corregir el problema estructural subyacente que causó el desgarro.
Los cirujanos de cadera de Duke están especializados en el uso de la tracción sin poste para la artroscopia de cadera. Tradicionalmente, durante la cirugía se coloca un poste de espuma entre las piernas del paciente para disminuir la presión sobre la cadera. Esto puede dar lugar a problemas temporales, pero dolorosos, incluida la sensibilidad en la zona de la ingle. Con la tracción sin poste, el paciente se tumba sobre una almohadilla de espuma blanda, que lo mantiene en su sitio. No se necesita poste, por lo que hay menos complicaciones y mayor comodidad para el paciente tras la cirugía.
Dislocación quirúrgica
Los cirujanos dislocan cuidadosamente la cavidad de la cadera, asegurando que el flujo sanguíneo no se vea comprometido. Este procedimiento se utiliza en determinadas circunstancias para reparar el labrum y remodelar la cavidad. Es especialmente útil en adultos con deformidades complejas, que no pueden tratarse por completo con artroscopia de cadera.
Osteotomía periacetabular (PAO)
Con la osteotomía periacetabular, el cirujano corrige la displasia de cadera separando de la pelvis el hueso que rodea la cavidad de la cadera. Esto les permite reposicionar la cavidad de la cadera para proporcionar la cobertura estructural necesaria en la cadera. Cuando se utiliza para tratar la displasia de cadera en estadios tempranos, se ha demostrado que reduce el dolor de cadera y preserva la función de la cadera durante décadas.
Descompresión central con injerto vascularizado libre de peroné (FVFG)
Esta técnica especializada aborda la necrosis avascular de la cabeza femoral. En el injerto vascularizado libre de peroné, el cirujano retira el hueso muerto antes de que se rompa la cabeza femoral e inserta una sección de hueso y vasos sanguíneos tomados del peroné, el más pequeño de los dos huesos de la parte inferior de la pierna. Esto facilita el crecimiento de nuevo tejido óseo, lo que permite que la cadera recupere su función normal. Este procedimiento es adecuado para pacientes de hasta 35 años.
Descompresión central con injerto subcondral
En ocasiones, las zonas muy pequeñas de necrosis avascular (AVN) pueden no requerir un injerto vascularizado libre de peroné (FVFG). En estas situaciones, se puede realizar una descompresión central con injerto óseo justo debajo de la superficie del cartílago (subcondral) por otros medios.