Cáncer de pulmón

Nuestros cirujanos especializados se dedican exclusivamente al cáncer de pulmón. Tienen amplia experiencia en técnicas mínimamente invasivas que reducen el dolor, acortan la estadía en el hospital y aceleran la recuperación. Además, gozan de reconocimiento nacional por ofrecer más opciones a los pacientes con cáncer de pulmón en etapa avanzada. Realizamos más de 1,600 cirugías mínimamente invasivas al año y brindamos a nuestros pacientes la oportunidad de participar en estudios clínicos que prueban nuevas terapias y técnicas.​

Nuestro equipo utiliza técnicas avanzadas de estudios de imágenes para localizar con precisión el tumor, concentrar la radiación directamente en el objetivo y preservar el tejido sano.

Este procedimiento no quirúrgico trata tumores pequeños mediante la administración de altas dosis de radiación en zonas localizadas con precisión, lo que permite reducir al mínimo los daños en el tejido sano circundante. La radiocirugía estereotáctica se vale de imágenes 3D para localizar el tumor y determinar su tamaño y forma. En Duke se realizan más de 400 de estos complejos procedimientos al año. Utilizamos esta tecnología avanzada para tratar a personas con tumores a los que resulta difícil acceder mediante una cirugía. Estos pacientes suelen ser rechazados en otros centros.

Las terapias dirigidas, que en la mayoría de los casos son medicamentos bien tolerados que se toman por vía oral, pueden incluirse en su plan de tratamiento durante cualquier etapa del cáncer de pulmón. Cuando es viable, estudiamos el perfil molecular (ADN) de su cáncer para personalizar su tratamiento.

La inmunoterapia aprovecha su propio sistema inmunitario para ayudar a destruir las células cancerosas en todas las etapas del cáncer de pulmón. En el Duke Center for Cancer Immunotherapy ponemos a su disposición estos y otros avances en el tratamiento del cáncer. 

La quimioterapia utiliza medicamentos para destruir de forma directa las células cancerosas. Estos tratamientos pueden complementar la cirugía, la radioterapia o la inmunoterapia cuando sea necesario. Tenemos en cuenta su tipo específico de tumor y evaluamos los riesgos y los beneficios antes de recomendar la quimioterapia como parte de su plan de tratamiento personalizado. También ofrecemos acceso a estudios clínicos que prueban nuevos tipos de quimioterapia, por ejemplo, la que se dirige a determinadas células tumorales específicas.

Se trata de la administración de un fármaco activado por la luz que absorbe las células cancerosas. A continuación, los cirujanos proyectan un láser sobre el tumor para "activar" el fármaco, que destruye las células anómalas. Dado que los efectos secundarios de la TFD son mínimos, puede utilizarse tantas veces como sea necesario (a diferencia de la quimioterapia y la radioterapia). Fuimos de los primeros en EE. UU. en utilizar con éxito la TFD para tratar el cáncer de pulmón en etapa inicial; desde entonces capacitamos a colegas de todo el país en esta técnica.

La ablación por radiofrecuencia (ARF), la ablación por microondas y la crioablación son técnicas mínimamente invasivas guiadas por imagen que utilizan calor o frío extremos para destruir las células cancerosas del pulmón. La terapia de ablación suele reservarse para las personas que no pueden someterse a una cirugía o a radioterapia.