Una cirugía de hombro ayudó a una nadadora a prepararse para las pruebas olímpicas

Twichell, de Raleigh, ha sido una nadadora competitiva desde que tenía seis años, y ha recibido terapia física para su hombro desde la escuela secundaria. "Los problemas de hombro son hereditarios en mi familia", dijo Twichell, que ahora tiene 25 años. "Mi hermano tuvo problemas en el hombro, mi papá tuvo una cirugía en el hombro". Esa historia familiar, combinada con los movimientos repetitivos del estilo libre de larga distancia, hizo que los propios problemas de hombro de Twichell fueran una amenaza constante.

"Consideré hacerme cirugía un par de veces, pero siempre traté de evitarlo", dijo.

Para el 2014 de junio, la evasión ya no era una opción. "El dolor era casi como de artritis", dijo. "No podía dormir por la noche, no podía levantar el brazo más de seis pulgadas de mi costado. No tenía rango de movimiento y tenía un dolor sordo que iba desde mi bíceps a través de mi hombro y hasta mi espalda".

Twichell fue a ver a un especialista en medicina deportiva de Duke, quien le dijo que era su peor enemiga. Entrenaba con tanto esfuerzo que estaba desarrollando un dolor que limitaba su capacidad de avanzar.

Twichell se sometió a una técnica mínimamente invasiva que eliminó tejido cicatricial y corrigió bursitis que causaba dolor, limitaba rango de movimiento y disminuía fuerza y potencia. Le permitió avanzar en su entrenamiento y trabajar en la fuerza necesaria para estabilizar su hombro.

Después del procedimiento, Twichell se sometió a rehabilitación y terapia física en Duke, y luego comenzó a trabajar con Jason Shutt, fisioterapeuta y entrenador de movimiento del Departamento de Rendimiento Deportivo de Duke. 

El primer paso consistió en una serie de pruebas de movimiento funcional que evalúan cómo se mueve una persona, explicó Shutt, profesional que trabaja con atletas en casi todos los deportes.

"Entrenamos al atleta en su totalidad, no solo en el sitio de la lesión, para optimizar su rendimiento", dijo Shutt. "Comenzamos con pruebas y evaluaciones de movimiento de todo el cuerpo para determinar fortalezas y debilidades.. Utilizamos los resultados para crear una estrategia de entrenamiento integral, con el objetivo de mejorar la competencia en el movimiento y la durabilidad. Esto permite que la capacidad natural y las habilidades de una atleta fenomenal como Ashley florezcan.

Shutt y Twichell iniciaron un plan de entrenamiento que desafiaba las fortalezas y corregía las áreas donde había compensaciones en el hombro y debilidades. Poco a poco, avanzaron hacia actividades de carga y soporte de peso, que Twichell había evitado para proteger el hombro. "Necesitábamos avanzar desde ejercicios correctivos hacia el fortalecimiento y, finalmente, hacia movimientos balísticos de cuerpo completo, que se aplicarán a su deporte", comentó Shutt.

Con el tiempo, Twichell volvió a su agotador entrenamiento. "Mi hombro está cerca del 100 por ciento y he vuelto a la intensidad y el volumen que tenía antes de la lesión", dijo Twichell recientemente durante un descanso de la piscina. "Es lo mejor que podría haber esperado".

Mira esta entrevista con Ashley justo antes de que partiera hacia las eliminatorias olímpicas.