¿Se ven manchas en su mamografía?

No todas las personas asignadas como mujeres al nacer tienen calcificaciones en los senos, pero la mayoría sí. Estos depósitos aparecen como pequeños puntos blancos en una mamografía y pueden ser solo uno o dos, o tantos que sea difícil contarlos, menciona Jay Baker, MD, especialista en estudios de imágenes de mama en el Centro Oncológico de Duke. “La mayoría de las personas supone que los médicos buscan protuberancias en una mamografía”, comenta el Dr. Baker. “Eso es solo la mitad de la historia”.
"Las calcificaciones son pequeños depósitos de sales de calcio que se forman en el tejido mamario, así como en otros tejidos del cuerpo, tales como la piel o los vasos sanguíneos", explica el Dr. Baker. "No se pueden palpar en el seno de la misma manera que se siente un quiste. Solamente se detectan cuando aparecen en la mamografía".
Los especialistas en estudios de imágenes mamarias, como el Dr. Baker, determinan si las calcificaciones son motivo de preocupación mediante la observación del tamaño, la forma y la distribución de los depósitos y cualquier otro bulto que pueda aparecer en el tejido mamario al mismo tiempo.
La posibilidad de que sean benignos
La buena noticia es que la gran mayoría de las calcificaciones son completamente inofensivas y no presentan ningún motivo de preocupación. Por esa razón, es posible que nunca le hayan comunicado la detección ni se hayan incluido en el informe de la mamografía. "Por lo general, cuando hablo con las personas sobre las calcificaciones, no suelen saber al respecto", comenta el Dr. Baker.
Las calcificaciones inofensivas se denominan "benignas". Este es el término que acuñó el American College of Radiology, que ideó una forma estandarizada de describir los hallazgos y resultados de las mamografías, así como los pasos a seguir. Esta metodología se denomina Sistema de Informe y Registro de Imágenes Mamarias (BI-RADS, por sus siglas en inglés).
La siguiente categoría del BI-R ADS es "probablemente benigna". Nuevamente, no es motivo de preocupación. "Las calcificaciones en esta categoría tienen una probabilidad inferior al dos por ciento de estar relacionadas con células precancerosas o cáncer", señala el Dr. Baker. "La pequeña cantidad que resulta ser maligna suele ser un caso de cáncer en una etapa muy temprana."
En Duke, las calcificaciones consideradas como "probablemente benignas" se evalúan mediante una mamografía diagnóstica a los seis meses posteriores para detectar cualquier cambio. Durante dos años, se realiza un seguimiento minucioso de las calcificaciones y, si permanecen estables, se puede continuar con mamografías de rutina para la detección sin necesidad de realizar una biopsia.
Recomendación de una biopsia
Si el radiólogo determina que el tamaño, la forma o la distribución de las calcificaciones podrían ser un indicio de cáncer, es posible que se incluyan en una de las categorías "sospechosas" del BI-R ADS. Por lo tanto, es necesario realizar una biopsia para que el médico pueda hacer una mejor evaluación.
"Sin embargo, aunque las calcificaciones sean motivo de preocupación, es probable que todavía haya una luz de esperanza", afirma el Dr. Baker. "Cuando solamente se ven calcificaciones, no me suele preocupar que sea cáncer de mama, si no que sea CDIS".
El carcinoma ductal in situ (CDIS) es el cáncer de mama en su estadio más temprano en el que las células que recubren los conductos mamarios parecen ser cancerosas, pero no se han diseminado a través de las paredes de los conductos. Por lo general, el CDIS se extirpa mediante cirugía. "Si se detectan estas células precancerosas, básicamente, podríamos prevenir el cáncer", dice Baker.
Mitos sobre las calcificaciones
En caso de que las personas se preocupen por la posibilidad de que las calcificaciones benignas se transformen en cáncer, el Dr. Baker asevera que pueden estar tranquilas. "Las calcificaciones benignas nunca se convierten en cáncer de mama. Si son benignas, no deben preocuparse", explica. "Las calcificaciones típicamente benignas no implican que haya que realizar mamografías con más frecuencia". (Duke recomienda a la mayoría de las mujeres en riesgo promedio que se hagan mamografías anuales a partir de los 40 años.)
Además, consumir leche o yogur no representa ningún problema. "Las calcificaciones mamarias no tienen nada que ver con la alimentación", manifiesta el Dr. Baker. "Pueden tomar suplementos de calcio".

A fin de facilitar la realizacion de la mamografía, Duke Health cuenta con diversas ubicaciones en el Triángulo. Para programar una cita, llame al 9199972110.
¿Quíen analiza los estudios?
¿Marca alguna diferencia que el médico que analiza la mamografía se dedique exclusivamente a este tipo de estudios de imágenes? Como en cualquier trabajo, la práctica hace al maestro. "Es importante saber si un especialista en el diagnóstico por imágenes mamarias analiza los estudios", comenta el Dr. Baker. Las imágenes que se realizan en el Centro Oncológico de Duke, en Duke Health Center en Southpoint, en Duke Radiology en Patterson Place y en las sedes de Duke Health en el condado de Wake se someten al análisis por parte de un especialista en el diagnóstico por imágenes mamarias.
Asimismo, la mamografía puede ser más amena si el técnico se especializa exclusivamente en estudios de imágenes mamarias. "Marca una gran diferencia", afirma el Dr. Baker. "Saben cómo hacer que se sienta cómoda y, al mismo tiempo, obtener las mejores imágenes posibles".