Un escáner de tomografía computarizada que cuenta fotones ayuda a los médicos a ver con claridad

Por Larissa Biggers
21 de enero de 2022
Tomógrafo computarizado con recuento de fotones

En Duke Health, un tomógrafo computarizado de última generación ofrece a los pacientes una tecnología que salva vidas y que no estaba disponible en el pasado. Uno de los cuatro únicos disponibles en Norteamérica, este tomógrafo computarizado con recuento de fotones se considera un hito en el avance de imágenes médicas. No solo produce imágenes significativamente más detalladas y específicas, sino que, además, expone a los pacientes a una fracción de la radiación necesaria en las tomografías computarizadas tradicionales.

Una diferencia que se ve

Los tomógrafos computarizados (TC) tradicionales utilizan partículas llamadas fotones para generar imágenes 3D en blanco y negro de las estructuras que están dentro del cuerpo. A diferencia de estos tomógrafos, el TC con conteo de fotones rastrea, o cuenta y categoriza, los fotones individualmente de acuerdo con su energía. Las imágenes, que son a color en lugar de en blanco y negro, hacen que sea más fácil diferenciar entre varios tipos de tejidos, explica Ehsan Samei, PhD, físico jefe en Duke Health. 

Por ejemplo, con las imágenes del TC convencional de corazón, puede ser difícil distinguir entre el contraste de yodo, utilizado para la prueba, del calcio presente en las arterias obstruidas. Por lo tanto, es posible que los médicos deban realizar un procedimiento más invasivo, como un cateterismo cardíaco, para llegar a un diagnóstico preciso. En cambio, la nueva tecnología diferencia claramente entre el contraste y la calcificación. "Podemos ver la enfermedad cardíaca con un nivel de detalles que nunca habíamos podido ver antes", explica el Dr. Samei.  

Alta resolución, menos radiación

Otra ventaja del TC con conteo de fotones es que produce imágenes nítidas, de alta resolución. Timothy Amrhein, MD, neurorradiólogo de Duke Health, ha utilizado la nueva tecnología para diagnosticar fugas de líquido cefalorraquídeo (LCR). Los pacientes con esta afección pueden tener síntomas que van desde dolores de cabeza debilitantes hasta pérdida de memoria. Muchos están en cama. En el pasado, era frecuente que las personas con esta afección recibieran un diagnóstico equivocado porque es difícil de identificar en los estudios de imágenes. "El poder de esta nueva herramienta es que puede ver las estructuras pequeñas en más detalle", dice el Dr. Amrhein. "Además, es más eficiente. Así que se puede usar significativamente menos radiación para capturar las imágenes".

Identificar la etapa de la enfermedad

A diferencia de la tecnología anterior, el TC con conteo de fotones no solo identifica la presencia de una enfermedad. También puede determinar su progreso o etapa. El Dr. Samei explica que en enfermedades pulmonares tales como la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) o la neumonía asociada con el COVID-19, "uno de nuestros retos es descubrir el alcance de la enfermedad. No es solo si la tiene o no; la pregunta es qué tan grave es". Según el Dr. Samei, los médicos ahora pueden ver la textura de la anormalidad en más detalle. "Antes, no podíamos cuantificar el estado. Pero con esta información, podemos cuantificar con mayor precisión el alcance de la enfermedad y diseñar un plan de tratamiento más específico", dice.

De acuerdo con el anuncio de la FDA en el que aprobaba esta tecnología, la nueva tecnología de TC con conteo de fotones representa el avance más importante en estudios de imágenes de TC en casi una década. "Puede verlo como pasar de una televisión en blanco y negro a una de alta definición en color. Es ese tipo de transición", explica el Dr. Samei.