Acerca de la discrepancia en la longitud de las piernas y la deformidad de extremidades
Las diferencias en las extremidades, como las discrepancias en la longitud de las piernas y las deformidades de los miembros inferiores, pueden presentarse al nacer o estar causadas por trastornos hormonales o del crecimiento, traumatismos o una infección ósea. Los problemas menores pueden resolverse a medida que el niño crece, mientras que otros pueden empeorar y requerir terapia física, cirugía u otra intervención. Los siguientes tipos son los más comunes.
Discrepancia en la longitud de las piernas
Cuando un niño es pequeño, pueden observarse pequeñas diferencias en la longitud de las piernas. Es posible que algunos niños solo necesiten vigilancia, pero si la diferencia de longitud de las piernas alcanza los dos centímetros o más, debe considerarse la posibilidad de un tratamiento.
Piernas arqueadas y rodillas valgas
Las deformidades angulares se producen cuando una extremidad no está correctamente alineada. Son frecuentes en niños pequeños y suelen resolverse por sí solas a los siete u ocho años. Las piernas arqueadas (rodillas muy separadas cuando los pies están juntos) y las rodillas valgas (rodillas que se tocan mientras los pies y los tobillos están muy separados) son deformidades angulares frecuentes.
Deformidad congénita de extremidades inferiores
Una deformidad congénita de las extremidades inferiores se produce cuando una pierna no se desarrolla normalmente a medida que el bebé crece en el útero. Al nacer, una pierna puede ser mucho más larga o más corta que la otra, o faltar por completo.
Evaluación de la discrepancia en la longitud de las piernas y la deformidad de extremidades
Dado que las discrepancias en la longitud de las piernas y las deformidades de las extremidades inferiores pueden afectar el crecimiento físico, social y emocional de su hijo, es importante que se someta a un examen exhaustivo y reciba un diagnóstico preciso para que el tratamiento pueda comenzar lo antes posible.
Examen físico
El médico ortopédico pediátrico del niño le realizará un examen físico de todo el cuerpo para evaluar la afección y determinar si afecta otras zonas del cuerpo, como la columna vertebral. Evaluarán el movimiento de las articulaciones, la fuerza de los ligamentos y los músculos, los reflejos, etc. Se toman medidas si existe una discrepancia en la longitud de las piernas.
Estudios de imágenes
En la mayoría de los casos, las radiografías confirmarán el diagnóstico de su hijo y ayudarán al médico a elaborar un plan de tratamiento. Siempre que sea posible, utilizamos la tecnología EOS, que reduce la exposición a la radiación entre un 50% y un 85% en comparación con las radiografías tradicionales.
Tratamientos para la discrepancia en la longitud de las piernas y la deformidad de extremidades
En función de los resultados de la evaluación de su hijo, el médico puede recomendarle uno de los siguientes tratamientos.
Dispositivos ortopédicos
Las ortesis de pierna a medida pueden ser eficaces para tratar algunas deformidades de las extremidades presentes al nacer y para trastornos angulares como las piernas arqueadas. Las ortesis pueden utilizarse en combinación con otros tratamientos.
Modulación del crecimiento
Los niños más pequeños con deformidades angulares pueden ser candidatos a la modulación del crecimiento. Durante este procedimiento mínimamente invasivo, se fija una pequeña placa —del tamaño aproximado de un clip— al lateral del hueso afectado con dos tornillos. La placa ayuda a enderezar el hueso a medida que el niño crece. Se retira una vez que se logra la corrección. Para que esta cirugía funcione, el niño debe seguir creciendo.
Operaciones de alargamiento o realineación de extremidades
Durante la cirugía, se corta el hueso afectado y se coloca un dispositivo interno o externo. En las semanas o meses siguientes, el hueso cortado se separa gradualmente con la ayuda del dispositivo, y en el hueco crece hueso nuevo. Este proceso continúa hasta que el hueso alcanza la longitud deseada. A su hijo se le colocará uno de estos dispositivos:
- Clavo de alargamiento interno: se introduce una pequeña varilla o un clavo telescópico motorizado en la médula del hueso. Con un dispositivo con control remoto, se hace girar un imán en el clavo unas cuantas veces al día para alargar gradualmente el hueso.
- Fijador externo: se coloca un armazón metálico alrededor de la pierna del niño y se sujeta mediante clavos que atraviesan la piel y se introducen en el hueso. El fijador se ajusta diariamente durante varios meses para alargar lentamente el hueso.
Su hijo utilizará muletas o un andador durante varias semanas después de la cirugía. Una vez finalizado el tratamiento, los dispositivos se retirarán en una segunda intervención quirúrgica.
La terapia física suele ser una parte importante del plan de tratamiento del niño. Puede ayudarlo a mantener la flexibilidad, aumentar la fuerza muscular, restablecer la movilidad y facilitar la recuperación tras la cirugía.
Atención centrada en la familia
Nuestro equipo de expertos en ortopedia pediátrica entiende que vivir con discrepancias en la longitud de las piernas y deformidades de las extremidades puede ser estresante no solo para un niño, sino para toda la familia. Le ayudamos a elegir el tratamiento adecuado y a comprender su función en el proceso. Por ejemplo, si su hijo se somete a una cirugía de alargamiento de extremidades, necesitará ayuda para realizar los ajustes diarios de su dispositivo y con las tareas cotidianas como acostarse y levantarse de la cama. También deberá ir con frecuencia al médico para controlar la evolución a medida que crece. Nos tomamos el tiempo necesario para explicarle el plan de tratamiento individual de su hijo y para responder sus preguntas.