Enfermedades autoinmunes de la piel

Muchas enfermedades autoinmunes de la piel se relacionan con trastornos que afectan otras áreas del cuerpo. Por ejemplo:

• La dermatitis herpetiforme se relaciona con la enfermedad celíaca y puede causar ampollas con picazón.
• La esclerodermia y la morfea causan que la piel se vuelva gruesa y rígida, mientras que la primera puede afectar el sistema gastrointestinal y cardiovascular.
• La vasculitis es una inflamación de los vasos sanguíneos que puede afectar la piel, los riñones y otros órganos.
• El lupus puede afectar la piel, las articulaciones, los riñones y otros sistemas del cuerpo.
• La dermatomiositis puede causar inflamación muscular, erupciones cutáneas y alteraciones pulmonares.
• El síndrome de Sjögren causa sequedad en la boca, los ojos y, a veces, la piel, así como erupciones cutáneas.

Las afecciones cutáneas suelen alterar las membranas mucosas (el tejido húmedo de la boca, la nariz, los ojos y los genitales). En ocasiones, los únicos signos de la enfermedad en estas áreas son las llagas. El equipo de expertos tiene una amplia experiencia en el tratamiento de estas afecciones.

Experiencia
Aunque estas enfermedades autoinmunes de la piel que causan ampollas son poco frecuentes, el equipo de expertos atiende a muchas personas que las padecen. Los especialistas cuentan con las habilidades necesarias para otorgar un diagnóstico preciso, así como con el conocimiento y la experiencia requerida para desarrollar un plan de tratamiento adecuado al paciente.

Un equipo de expertos 
El grupo de inmunodermatología brinda atención médica integral y multidisciplinaria a pacientes que padecen enfermedades inmunomediadas de la piel. Además, trabaja en estrecha colaboración con los reumatólogos de Duke y diversos especialistas para brindar la mejor atención médica posible.

Investigación que conduce a nuevos desarrollos
Los dermatólogos participan en estudios destinados a descubrir las causas subyacentes de estas enfermedades, encontrar nuevas pruebas de diagnóstico más precisas y desarrollar tratamientos eficaces. Mediante estos avances, se identifica la causa del malestar y se determina el tratamiento adecuado para aliviar los síntomas y permitir que el paciente retome las actividades que disfruta. Por lo tanto, puede calificar para participar en un estudio clínico que brinda acceso a tratamientos de vanguardia.