Cáncer de tiroides

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La mayoría de los cánceres de tiroides se pueden curar si se detectan a tiempo y se tratan de inmediato. Los endocrinólogos, cirujanos, oncólogos y otros profesionales de Duke utilizan los últimos avances médicos y procedimientos mínimamente invasivos para garantizar que reciba el más alto nivel de atención. Su equipo puede incluir cirujanos endocrinos, cirujanos de cabeza y cuello y radiólogos intervencionistas. Todos son expertos en diferenciar entre nódulos tiroideos benignos y cánceres de tiroides, como cáncer papilar, folicular, de células de Hürthle, medular y anaplásico.

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Diagnóstico del cáncer de tiroides

Realizamos una variedad de estudios para determinar si su nódulo tiroideo es benigno o canceroso. Aproximadamente el 10% de los casos es maligno.

Análisis de sangre

Los análisis de sangre miden la función tiroidea y las hormonas. Esta información nos ayuda a identificar y ajustar los niveles hormonales para tratar el comportamiento anormal de la tiroides. Los análisis de sangre también detectan marcadores tumorales, cambios en las células que pueden indicar la presencia de cáncer. Junto con otros estudios, las pruebas de marcadores tumorales ayudan a su médico a diagnosticar y planificar su tratamiento. Los marcadores comunes del cáncer de tiroides incluyen la tiroglobulina para el cáncer de tiroides diferenciado y la calcitonina y el antígeno carcinoembrionario para el cáncer de tiroides medular.

Ultrasonido

Los estudios de imágenes por ultrasonido dirigido de su cuello señalan la ubicación, el tamaño y posiblemente el estadio de un tumor. Este tipo de estudios de imágenes también ayudan a determinar si el cáncer se ha propagado a los ganglios linfáticos cercanos.

Biopsia con aguja fina y análisis molecular

Se utiliza una aguja fina guiada por ultrasonido para recolectar una muestra de tejido de los nódulos tiroideos a fin de analizarlos en busca de cáncer de tiroides. Esto ayuda a su médico a determinar un plan de tratamiento personalizado.

Laringoscopia

Este procedimiento ambulatorio ayuda a determinar si los tumores se han propagado a los nervios que ayudan a mover las cuerdas vocales y a evaluar la extensión de la enfermedad.

Estudios de imágenes avanzados

Después de la cirugía, se pueden realizar exploraciones con yodo radiactivo, tomografías computarizadas, resonancias magnéticas o tomografías por emisión de positrones con tomografía computarizada para determinar si el cáncer se ha eliminado por completo.

Asesoramiento genético y pruebas genéticas

Cuando se sospecha la presencia de cánceres de tiroides hereditarios y tumores endocrinos relacionados, es posible que se recomiende una consulta de asesoramiento genético.

Nuestras ubicaciones

Duke Health ofrece ubicaciones en todo el Triángulo. Encuentre una cerca de usted.

Cirugía de cáncer de tiroides

Es común someterse a una cirugía como primer paso para extirpar el cáncer de tiroides. Siempre que sea posible, nuestros médicos utilizan técnicas mínimamente invasivas que requieren pequeñas incisiones para ayudar a acelerar la recuperación. Estos procedimientos se pueden realizar en un entorno ambulatorio. Es posible que se requieran cirugías complejas para pacientes con cáncer avanzado, cáncer recurrente o bocio. A veces, también se necesita cirugía cuando un tumor ha afectado los órganos cercanos. 

Lobectomía tiroidea

Este procedimiento elimina las células cancerosas y la mitad de la glándula tiroides para minimizar el riesgo de propagación del cáncer. A veces, se recetan medicamentos después de esta cirugía para ayudar a equilibrar los niveles hormonales, controlar el metabolismo y regular otras funciones corporales.

Tiroidectomía

Esta cirugía extirpa la mayor parte o la totalidad de la glándula tiroides para garantizar que se elimine todo el cáncer. Posteriormente, se le recetarán medicamentos para ayudar a equilibrar sus niveles hormonales porque su cuerpo ya no producirá hormonas tiroideas.

Extirpación de ganglios linfáticos

Si el cáncer se ha propagado (ha hecho metástasis), es posible que se extirpen los ganglios linfáticos del cuello que contienen cáncer para detener o retrasar su propagación. Este procedimiento se puede realizar de forma independiente o como parte de una tiroidectomía.

Disecciones de cuello

En estas cirugías, se extirpa el cáncer que se ha propagado a otras áreas del cuello. Esto puede incluir atención con cirujanos de cabeza y cuello (otorrinolaringólogos).

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Tratamientos no quirúrgicos para el cáncer de tiroides

Si la cirugía no es una opción para usted o necesita tratamientos adicionales para el cáncer de tiroides, ofrecemos tratamientos no quirúrgicos para destruir las células cancerosas. Nuestros equipos de endocrinología y oncología analizan su caso y las opciones de tratamiento durante reuniones semanales. Conversamos con usted sobre qué tratamiento puede satisfacer mejor sus necesidades.

Terapia con hormona tiroidea

Un endocrinólogo puede recetar medicamentos para ajustar y controlar los niveles de la hormona estimulante de la tiroides (TSH). También puede ayudar a prevenir la recurrencia o la progresión del crecimiento de las células cancerosas.

Terapias dirigidas

Estos tratamientos se utilizan en combinación con otros.

  • Yodo radiactivo: en forma de píldora o líquido, generalmente se administra de cuatro a ocho semanas después de la cirugía para atacar y destruir las células cancerosas de la tiroides. La radiación destruye la glándula tiroides y otras células tiroideas, incluidas las células cancerosas, que absorben el yodo.
  • Inhibidores de la quinasa para el cáncer medular de tiroides: estos medicamentos especialmente diseñados bloquean la capacidad de las células cancerosas para crecer y dividirse. Los inhibidores que utilizamos se denominan vandetanib (Caprelsa) y cabozantinib (Cometriq).
  • Inhibidores de la cinasa para el cáncer de tiroides metastásico: si el cáncer ha regresado o se ha diseminado a otras partes del cuerpo y no se puede tratar con yodo radiactivo, podemos recetarle medicamentos que impidan que las células cancerosas se multipliquen. Los inhibidores que utilizamos se denominan sorafenib (Nexavar) y lenvatinib (Lenvima).

Crioablación o ablación con alcohol

Si el cáncer de tiroides regresa y otros tratamientos no han dado resultado, se puede recomendar este procedimiento ambulatorio para destruir el tejido anormal. Un radiólogo intervencionista con experiencia en cirugía guiada por imágenes utiliza ultrasonido para que lo ayude a insertar una aguja en el tumor. Se libera frío extremo o un alcohol concentrado para destruir el crecimiento del tumor. Su proveedor analizará con usted si la crioablación o la ablación con alcohol es mejor según el tamaño y la ubicación exacta de su cáncer de tiroides.

Acceso a estudios clínicos

Ofrecemos muchas oportunidades para que participe en investigaciones, que pueden incluir estudios clínicos relacionados con el cáncer de tiroides.

Por qué elegir a Duke

Programa nacional contra el cáncer
Como centro oncológico integral designado por el Instituto Nacional del Cáncer, somos reconocidos por explorar nuevas oportunidades de tratamiento a través de estudios clínicos permanentes. Le ofrecemos los últimos descubrimientos de las investigaciones antes de que estén disponibles en otros lugares.

Experiencia quirúrgica y pericia del equipo
Su equipo puede incluir cirujanos y endocrinólogos certificados, así como médicos y radioterapeutas oncólogos, radiólogos intervencionistas, especialistas en medicina nuclear, citopatólogos, nutricionistas y especialistas en medicina integral. Para su comodidad, hemos hecho posible que vea a su equipo y se someta a los estudios adecuados, todo en un solo día. Nuestros especialistas se reúnen semanalmente para hablar sobre los pacientes, elaborar planes de atención óptimos y ofrecer atención quirúrgica, médica y de seguimiento avanzada. Nuestros objetivos son lograr tasas bajas de complicaciones, estadías hospitalarias más cortas, menos operaciones repetidas y menos probabilidades de que su cáncer reaparezca. 

Últimos estándares de práctica nacional
Trabajamos con la American Thyroid Association, la Asociación Estadounidense de Cirujanos Endocrinos y la Red Nacional de Centros Integrales para ayudar a establecer los estándares nacionales para la elaboración de las mejores pautas de tratamiento. También fuimos una de las primeras instituciones en trabajar con el Programa Colaborativo de Mejora de la Calidad de la Cirugía Endocrina para mejorar la calidad de estas cirugías.

Apoyo para usted y su familia
Nuestros servicios integrales de apoyo comprenden desde la asistencia para minimizar los efectos secundarios del tratamiento contra el cáncer hasta la ayuda para que usted y su familia puedan afrontar los impactos emocionales y psicológicos del diagnóstico y el tratamiento. Vea todos nuestros grupos de apoyo para pacientes con cáncer en nuestro calendario de eventos

El mejor hospital oncológico de North Carolina

El lugar donde reciba su atención oncológica es importante. En el hospital de la Universidad de Duke, nos enorgullecemos de nuestro equipo y de la excepcional atención que brindan. Gracias a ellos nuestro programa oncológico es reconocido a nivel nacional y ocupa el puesto más alto en North Carolina, según el U.S. News & World Report de 2024-2025.

Esta página se sometió a una revisión médica el 07/04/2022 a cargo de