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Cáncer de conducto biliar

Colangiocarcinoma

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El cáncer de conducto biliar, también conocido como colangiocarcinoma, es un tipo de cáncer inusual que se forma en los conductos que entran y salen del hígado, y que transportan la bilis, que ayuda a digerir los alimentos. Si no se trata, el cáncer de conducto biliar representa riesgos graves para la salud porque podría obstruir los conductos biliares y expandirse a otros órganos, lo que provocaría una serie de problemas, desde la falla hepática hasta la septicemia. 

El equipo de especialistas en cáncer de conducto biliar de Duke cuenta con cirujanos, oncólogos, radiólogos, gastroenterólogos y patólogos con formación avanzada en cáncer gastrointestinal. El enfoque que utiliza el equipo garantiza que usted reciba un diagnóstico preciso y el tratamiento más eficaz para su patología.

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Diagnóstico del cáncer de conducto biliar

A la hora de diagnosticar el estadio y la posible propagación del cáncer de conducto biliar, su equipo médico puede sugerirle varias pruebas para comprender mejor cómo lo afecta la enfermedad. Esto nos permite crear un plan de tratamiento personalizado específico para sus necesidades.

Examen físico

Primero, su médico comprobará si hay algún síntoma visual o físico de cáncer de conducto biliar. Entre estos, normalmente se incluyen orina descolorida, dolor en el abdomen e ictericia, que es la coloración amarillenta en la piel o en lo blanco de los ojos. También es posible sentir náuseas o tener vómitos continuamente. Conocer su historia clínica también puede ayudarnos a diagnosticar qué tiene: algunas enfermedades digestivas, como la colitis, o ciertas enfermedades hepáticas pueden aumentar el riesgo de cáncer de conducto biliar.

Análisis de sangre

Para evaluar la salud de sus órganos, analizaremos su sangre en busca de niveles anormales de determinadas enzimas o proteínas. Además, con un análisis de sangre, podremos determinar si el cáncer se está expandiendo. Con la ayuda de los resultados, su médico podrá recomendarle los mejores tratamientos.

Estudios de imágenes avanzados

Con las tomografías computarizadas, las resonancias magnéticas, las tomografías por emisión de positrones (PET) y las radiografías, se identifican el estadio, el tipo y la ubicación del cáncer de conducto biliar. Con los estudios de imágenes, su médico podrá recomendarle los tratamientos más adecuados.

Colangiograma retrógrado endoscópico (CPRE)

Los médicos utilizan un tubo flexible con una cámara para ver sus conductos biliares y otros órganos. Pueden inyectar un tinte que fluye a través de los conductos biliares y usar radiografías para ver cualquier tumor u obstrucción. 

Biopsia

Es posible tomar una muestra de tejido y examinarla para determinar si hay presencia de cáncer. Por lo general, el procedimiento implica un proceso mínimamente invasivo, y el tejido se puede recoger de diferentes formas, como mediante una colangiografía retrógrada endoscópica o una biopsia con aguja guiada por imagen. Ahora también es posible usar un ultrasonido endoscópico, en el que se usa una sonda para capturar imágenes de alta calidad, tomar tejidos o extraer muestras de fluidos. Si existen sospechas de que su cáncer se ha expandido, podemos realizar una biopsia adicional, mínimamente invasiva, para tomar una muestra de tejido de su hígado.

Cirugía (exploratoria) de diagnóstico

Si se cree que su cáncer se ha expandido, podríamos realizar una cirugía exploratoria en lugar de una biopsia. Este procedimiento mínimamente invasivo, que se realiza durante una hospitalización, permite a nuestros cirujanos evaluar a fondo la vesícula biliar y los órganos circundantes para garantizar que reciba tratamiento lo antes posible. 

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Tratamientos contra el cáncer de conducto biliar

Debido a que los conductos biliares trabajan en combinación con órganos circundantes, algunos tratamientos contra el cáncer pueden afectar a la vesícula biliar, el páncreas o los intestinos. A menudo, los cánceres de conducto biliar requieren cirugía hepática y, a veces, cirugía de la cabeza del páncreas, conocida como procedimiento de Whipple. El tipo de cirugía realizada dependerá del estadio y de la ubicación de su cáncer. Nuestros expertos en cirugía, quimioterapia, radiología intervencionista y radioterapia usan procedimientos robóticos y técnicas avanzadas para minimizar el impacto sobre otros órganos tanto como sea posible.

Cirugía de cáncer localizado

El objetivo de este procedimiento es extirpar el cáncer que se encuentra en los conductos biliares antes de que se expandan. También puede ser necesario realizar una cirugía para desobstruir los conductos biliares y para tratar afecciones como la ictericia, un síntoma común del cáncer de conducto biliar que ocurre cuando un conducto está obstruido y se acumula un exceso de bilis.

Cirugía de Whipple

También conocida como pancreaticoduodenectomía, este complejo procedimiento puede ser necesario si el cáncer se encuentra en la parte inferior de los conductos biliares. Con esta cirugía, se extirpan los órganos afectados, entre los que se pueden incluir la vesícula biliar, la parte baja de los conductos biliares, la cabeza del páncreas y la primera porción pequeña del intestino, conocida como duodeno. Este procedimiento se puede realizar de forma robótica, lo que implica incisiones más pequeñas que dan como resultado menos pérdida de sangre y menos cicatrices. Un procedimiento Whipple robótico, además, puede acortar los períodos de recuperación y permitirle comenzar quimioterapia y radiación, si las necesitara, más temprano.

Cirugía hepática

Si su cáncer se encuentra en la parte superior de los conductos biliares, es posible que le extirpen parte del hígado para ralentizar o detener su propagación. 

Quimioterapia

Un plan personalizado de quimioterapia elimina o ralentiza el crecimiento del tumor. Puede recomendarse como parte de un plan de atención integral, en especial, si el cáncer se ha extendido. La quimioterapia se puede administrar por vía intravenosa o como una píldora.

Radioterapia

La radiación se aplica directamente sobre los conductos biliares para ralentizar o detener el crecimiento del cáncer. La radioterapia también se usa para ayudar a aliviar el dolor y otros síntomas del cáncer.

Radioembolización

Se guía un pequeño catéter a través de una arteria hasta el hígado, donde se inyectan partículas radiactivas directamente en el flujo sanguíneo del tumor para ralentizar o detener el crecimiento del cáncer.

Ablación por microondas, ablación por radiofrecuencia y crioablación

En estos procedimientos mínimamente invasivos, se insertan agujas especiales directamente en el tumor para matar las células cancerosas mediante calor extremo o congelación. Estos procedimientos se pueden utilizar en lugar de una cirugía abierta para extirpar el cáncer. También se pueden usar para tratar los nervios circundantes con el fin de aliviar el dolor y otros efectos secundarios del cáncer. 

Estudios clínicos en Duke

Nuestros oncólogos trabajan con el objetivo de desarrollar nuevas terapias y enfoques novedosos para tratar el cáncer y los síntomas relacionados mediante nuestros estudios clínicos, que incluyen cáncer de conducto biliar. Consulte nuestros estudios clínicos en curso para ver si puede participar en alguno de ellos.

Ver estudios clínicos

Procedimientos y cirugías paliativos

Estos procedimientos ayudan a reducir el dolor y la ictericia que produce el cáncer de conducto biliar.

Baipás biliar

Durante este procedimiento, se redirige el flujo de la bilis hacia porciones sanas y no obstruidas de sus conductos biliares con el fin de aliviar el dolor y reducir la posibilidad de infecciones o de cálculos biliares.

Drenaje biliar transhepático percutáneo

Se inserta un catéter especial para drenar la bilis de los conductos biliares obstruidos con el fin de aliviar la presión y el dolor.

Colocación endoscópica de stent

Puede colocarse un pequeño tubo de malla de plástico o de metal, denominado stent, para abrir los conductos biliares obstruidos y aliviar la ictericia.

Tratamientos para la ictericia

Utilizamos una variedad de técnicas especializadas, entre las que se incluyen la cirugía y la colocación de un stent, para abrir los conductos biliares obstruidos y para ayudar a aliviar la ictericia.

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Por qué elegir a Duke

Ofrecemos una variedad de opciones para tratar su cáncer de conducto biliar y ayudarlo a mantenerse saludable y activo. Contamos con la formación avanzada y la experiencia necesarias para realizar cirugías y tratamientos complejos, entre los que se incluyen cirugías hepáticas y pancreáticas, para tumores que se han extendido a otros órganos. 

Un abordaje en equipo
Su tratamiento y su cuidado continuo se conversan cada semana durante una reunión con nuestros especialistas en cáncer en las áreas de cirugía, radiología, oncología médica y gastroenterología. Este equipo evalúa el estado de cada paciente, por lo que su plan personalizado de cuidado se actualiza siempre basándose en sus necesidades. Si necesita ver a más de un médico, lo ayudamos a coordinar sus citas para que pueda tenerlas todas en un mismo día.

Programa reconocido a nivel nacional
Somos un Centro oncológico integral designado por el Instituto Nacional del Cáncer y formamos parte de la Red Oncológica Integral Nacional, una alianza de los principales centros oncológicos del país dedicados a mejorar la atención de nuestros pacientes.

Experiencia en cirugía de conducto biliar
La cirugía para extirpar el cáncer de los conductos biliares es compleja y requiere un alto grado de experiencia y especialización. Los estudios demuestran que los pacientes que se someten a procedimientos quirúrgicos complejos en grandes centros oncológicos como el nuestro experimentan menos complicaciones quirúrgicas, hospitalizaciones más breves y una recuperación más rápida.

Apoyo para usted
Nuestros servicios de apoyo integrales abarcan desde ayudar a los pacientes a minimizar los efectos secundarios del tratamiento hasta hacer frente a los efectos emocionales y psicológicos del diagnóstico y el tratamiento. Consulte nuestros grupos de apoyo para pacientes con cáncer en nuestro calendario de eventos.

Superar las restricciones dietarias
Dado que los cánceres gastrointestinales tienen efectos a largo plazo sobre la dieta y la salud, su equipo médico puede derivarlo a algún nutricionista de Duke Health para que lo ayude a encontrar formas eficaces de alimentarse bien y sentirse lo mejor posible. Además de estos expertos, nuestros proveedores en Duke Health & Well-Being utilizan un enfoque integral para complementar la atención, que trata su mente y su cuerpo.
 

Recursos para pacientes

Esta página se sometió a una revisión médica el 09/08/2021 a cargo de
Kara Threatt, MSN, ANP, RN | Profesional en enfermería, oncología