Cuando los niños y adolescentes no duermen

Actualizado el 18 de febrero de 2025

Pasamos un tercio de nuestras vidas durmiendo para poder mantenernos alerta y activos durante los otros dos tercios. Las personas que duermen menos pueden experimentar una serie de problemas, y esto es especialmente cierto en el caso de los niños. La American Academy of Sleep Medicine recomienda que los niños de entre 6 y 12 años duerman de 9 a 12 horas, y que los adolescentes duerman de 8 a 10 horas cada noche.

"Un sueño inadecuado puede provocar problemas de aprendizaje, comportamiento, estado de ánimo y de salud en general", afirma Sujay Kansagra, MD, neurólogo pediátrico y experto en trastornos del sueño en niños. "Dormir mal puede empeorar cualquier problema de salud". En los niños, un sueño deficiente puede provocar irritabilidad, problemas de comportamiento, problemas de atención e hiperactividad que pueden imitar el trastorno por déficit de atención e hiperactividad. La falta de sueño de los niños suele conllevar la falta de sueño de los padres e incluso puede afectar la dinámica familiar.

Establecer rutinas de sueño

Cuando los adultos tienen problemas para dormir, asumen que el culpable es el estrés. Pero en los niños pequeños, los problemas de sueño más frecuentes están relacionados con el comportamiento. "Los niños suelen poner a prueba sus límites por la noche", dice el Dr. Kansagra. La mayoría de los padres están familiarizados con las expertas tácticas evasivas que usan sus hijos a la hora de irse a dormir. "Por favor, ¿un cuento más?", puede ser tentador. A sus hijos les encanta leer, y eso es algo bueno, ¿verdad? No tan rápido. "Este es un problema de comportamiento y requiere que los padres pongan límites firmes", expresa el Dr. Kansagra. Tener establecidas rutinas de sueño es importante a cualquier edad.

Comprender los cambios en los patrones de sueño

Para cuando los niños llegan a la adolescencia, pueden experimentar cambios en su reloj natural, conocido como ritmo circadiano. La mayoría de los adolescentes cambian de forma natural su reloj, se acuestan más tarde y se levantan más tarde al día siguiente. El "síndrome de la fase del sueño retrasada" resultará familiar a cualquier padre que haya preguntado alguna vez cómo un adolescente puede dormir hasta el mediodía. La exposición a la luz a altas horas de la noche puede empeorar este cambio, más que normal, de modo que los adolescentes que utilizan aparatos electrónicos a la noche corren el riesgo de no dormir bien. Evitar la exposición a la luz antes de irse a dormir y mantener los mismos horarios para acostarse y levantarse, tanto durante la semana como durante el fin de semana, puede ayudar. 

Callar las preocupaciones

Muchos adolescentes tienen un problema muy adulto: el insomnio. Al igual que en los adultos, el origen suele estar relacionado con una preocupación excesiva por la imposibilidad de conciliar el sueño.

"Aunque están cansados, algunos adolescentes parecen no poder callar sus preocupaciones para irse a dormir", dice el Dr. Kansagra. Él y su equipo trabajan con los pacientes para revertir este proceso de pensamientos negativos durante la noche para tratar el insomnio a través de una terapia cognitivo-conductual.

Considerar un estudio del sueño

Aunque puede parecer normal, no deben ignorarse los ronquidos en los niños. Puede ser una señal de un problema grave. "Aproximadamente el 25% de los niños que roncan tienen apnea del sueño", explica el Dr. Kansagra. En general, la apnea del sueño se debe a amígdalas grandes o adenoides agrandadas. Si un niño padece apnea del sueño, no está durmiendo bien, aunque parezca que sí y duerma ocho horas o más.

El Dr. Kansagra recomienda realizar un estudio del sueño a los niños que roncan y tienen signos o síntomas adicionales de apnea del sueño, como problemas de atención y de comportamiento, amígdalas grandes o mal desempeño escolar. En Duke, hay especialistas en sueño para niños. "Aunque el estudio no es doloroso, se colocan cables y sensores en el niño para determinar qué tan bien duerme", explica el Dr. Kansagra. Es por ello que los padres deben planear quedarse con su hijos toda la noche.

Empiece esta noche

Dormir bien es fundamental para gozar de buena salud. Ayude a su hijo a aprovechar al máximo un tercio de su vida imponiéndole reglas a la hora de dormir y buscando ayuda para tratar los problemas crónicos del sueño. Su "bebé", aunque tenga 16 o 17 años, nunca es demasiado grande como para que le diga "dulces sueños".

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Trastornos del sueño en niños.