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Comprender las nuevas pautas para la detección del cáncer de tiroides
El Grupo de Trabajo de Servicios Preventivos de EE. UU. recomendó en mayo 2017 que los médicos no deben realizar exámenes a adultos que no presenten signos o síntomas de cáncer de tiroides. La detección se realiza al palpar el cuello en busca de bultos o mediante un ultrasonido para examinar la tiroides. ¿Qué significa esto para usted? Julie Ann Sosa, MD, jefa de cirugía endocrina en Duke, explica lo que debe saber sobre las nuevas pautas de detección del cáncer de tiroides.
¿Qué motivó las nuevas directrices?
Las directrices actualizadas (la última revisión fue en 1996) se basan en datos que incluyen los resultados de un esfuerzo nacional de detección del cáncer en Corea del Sur, a través del cual muchos médicos ofrecieron exámenes de ultrasonido de tiroides a bajo costo como medio de detección del cáncer. La disponibilidad de detección de tiroides contribuyó a un aumento de 15 veces en el número de casos de cáncer de tiroides en Corea del Sur entre 1993 y 2011. A pesar del esfuerzo masivo para realizar exámenes a más personas, no hubo mejora en el número de personas que fallecieron por cáncer de tiroides. Esto llevó al grupo de trabajo a determinar que no hay suficiente evidencia para sugerir que la detección generalizada de adultos sin síntomas de cáncer de tiroides sea beneficiosa.
¿Qué tan común es el cáncer de tiroides?
Primero, la buena noticia. Según 2016 estadísticas de la Sociedad Americana del Cáncer, los estadounidenses tienen menos del uno por ciento de probabilidad de desarrollar cáncer de tiroides en su vida. Y las tasas de supervivencia son altas: 98 por ciento de pacientes diagnosticados con cáncer de tiroides están vivos cinco años después del diagnóstico, según la American Cancer Society.
Sin embargo, según una investigación publicada a principios de este año en el Journal of the American Medical Association (JAMA) por Sosa y otros, la incidencia de cáncer de tiroides en los EE. UU. ha aumentado un tres por ciento cada año entre 1974 y 2013. Algunos médicos y científicos han argumentado que el aumento se debe en gran medida a que los médicos utilizan más estudios de imágenes, como ultrasonido, tomografía computarizada y tomografías PET, que están llamando la atención de los médicos sobre nódulos tiroideos, incluso cuando los nódulos son demasiado pequeños para causar síntomas.
Sosa indicó que los datos muestran que EE. UU. ha experimentado un aumento en la incidencia y las tasas de mortalidad del cáncer de tiroides papilar avanzado, el tipo más común de cáncer de tiroides, lo que sugiere un verdadero incremento en el número de personas diagnosticadas con cáncer de tiroides, y no solo un caso de sobrediagnóstico de cáncer de tiroides pequeño y clínicamente insignificante.
¿Quién debe someterse a pruebas de detección de cáncer de tiroides?
Las nuevas directrices sugieren que adultos que no tienen síntomas o señales de cáncer de tiroides -- un bulto o hinchazón en la parte frontal del cuello, junto con molestias o presión en esa área, cambios en la voz o dificultad para tragar o respirar -- no necesitan someterse a la detección.
Las personas asintomáticas que deben continuar con las pruebas de detección de manera regular incluyen a quienes han recibido radiación en la cara, el cuello o el pecho durante la infancia o la adolescencia, así como a quienes tienen antecedentes familiares de cáncer de tiroides u otras enfermedades raras asociadas con síndromes de neoplasia endocrina múltiple, explicó Sosa. Estos grupos tienen un mayor riesgo de cáncer de tiroides.
Esta información no es prominente en las directrices, y debe destacarse, escribió Sosa en un editorial publicado en la revista JAMA Surgery que acompaña a las directrices de detección del cáncer de tiroides.
¿Qué puedo hacer para controlar la salud de mi tiroides?
Así como las mujeres pueden realizar autoexámenes para detectar cambios en los senos, hombres y mujeres pueden tomarse un momento mientras se afeitan o se ponen joyas para palpar el cuello en busca de bultos u otros cambios.
Esta es una forma sencilla de estar al tanto de cualquier cambio, comentó Sosa. Aunque la mayoría de los bultos resultan no ser cancerosos, las personas siempre deben sentirse cómodas al llamar a su médico para hacer una pregunta o informar sobre cualquier cambio que hayan notado en su cuerpo o los síntomas que experimenten, comentó Sosa.