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Los especialistas en esófago de Duke ofrecen alivio para la enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE)

Katie Courtland, residente de Durham, vivió con acidez estomacal, reflujo gastroesofágico y otros síntomas típicos de la enfermedad por reflujo gastroesofágico durante años. Cuando su afección llegó a ser tan grave que salir de casa la ponía nerviosa, supo que necesitaba ayuda. Afortunadamente, esa ayuda no se encontraba lejos. Courtland recibió el tratamiento experto y personalizado que necesitaba en la clínica especializada en afecciones del esófago de Duke Health, en Durham. Ahora disfruta de la vida nuevamente.
Síntomas que empeoran
Muchas personas logran controlar la enfermedad de reflujo gastroesofágico (ERGE) con medicamentos y restricciones alimentarias. Durante más de diez años, esto funcionó para Courtland, pero su afección empeoró con el tiempo. A sus 51 años, comenzó a sufrir náuseas y vómitos a diario. “Siempre que salía, aunque solo fuera a pasear a mi perro, me preocupaba sentirme mal”, compartió Courtland.
Varios especialistas en una misma clínica esofágica prestan atención colaborativa
En agosto de 2020, Courtland recibió una derivación a una nueva clínica de Duke, donde gastroenterólogos y cirujanos torácicos brindan atención especializada a personas con afecciones del esófago. En la misma visita, los pacientes consultan a un especialista en esófago y a un cirujano torácico. Rahul A. Shimpi, MD, gastroenterólogo de Duke Health, explicó las ventajas de este enfoque. “Podemos evaluar, analizar y elaborar un plan de tratamiento de manera conjunta e inmediata, en lugar de que el paciente tenga que esperar meses entre consultas y derivaciones”. Matthew Hartwig, MD, cirujano torácico de Duke, coincidió. “Tener acceso a ambos especialistas acorta el tiempo para iniciar el tratamiento y mejora la efectividad de las terapias que recomendamos”.
Un enfoque personalizado de la cirugía de ERGE para una afección compleja
Tras una evaluación exhaustiva, los doctores Shimpi y Hartwig pronto se dieron cuenta de que la afección de Courtland era compleja. Además de los síntomas típicos de la ERGE, también tenía una hernia hiatal. Esta se desarrolla cuando la parte superior del estómago se mueve hacia la cavidad torácica a través de una abertura en el diafragma. También sufría un trastorno de la motilidad esofágica, una afección que impide que los alimentos y líquidos se desplacen correctamente desde el esófago hasta el estómago.
Los médicos le recomendaron someterse a una cirugía para corregir la hernia. Además, Courtland necesitaba un procedimiento complejo llamado "fundoplicatura". En esta operación, el cirujano envuelve una parte o la totalidad del estómago alrededor del esófago inferior para fortalecer el músculo y detener el reflujo ácido. “Adaptamos la fundoplicatura a su afección particular”, explicó el Dr. Hartwig. Con este enfoque, se tomaron en cuenta las diversas afecciones de Courtland y se buscaba reducir los riesgos de presentar dificultades para tragar después de la cirugía.
Tras años de sufrimiento, Courtland sintió un gran alivio después de reunirse con los médicos. “Me sorprendió tener tanto tiempo de atención personalizada con un gastroenterólogo y luego con un cirujano torácico. Salí de allí sintiendo como si me hubieran quitado un gran peso de encima. No sé si es posible alegrarse con un diagnóstico y un plan de cirugía, pero tenía plena confianza en ese diagnóstico y en lo que iban a intentar para resolver mi situación”, señaló.
Volver a ser quien era
De acuerdo con el Dr. Hartwig, la cirugía se realizó sin complicaciones. Después de pasar una noche en el hospital, Courtland regresó a casa para recuperarse. Ahora, disfruta de paseos tranquilos con su perro e incluso del café y el chocolate, placeres que estaban fuera de su alcance antes de la cirugía. “Estoy mil veces mejor. Fue una experiencia muy positiva y me siento realmente afortunada”.